Alberto García Campana, Docente de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, escribe «Recordando a Martina» tras el anuncio del fallecimiento de la cantante Martina Portocarrero, reconocida por el tema ‘Flor de Retama’, quien se encontraba luchando contra el cáncer de pulmón en un hospital de Suiza.
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Recordando a Martina
Sería el año 1987. Tres periodistas agitaban el cotarro político a través del informativo La Razón que se emitía todos los días, entre una y dos de la tarde, en Radio La Hora. Hugo Gonzáles, Julio Aguilar y Alberto García eran aquellos irreverentes que mezclaban, con sana intención, la labor informativa con la militancia política.
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Poco antes de culminar el programa correspondiente a uno de esos días, se apareció en los estudios de la emisora; que por entonces funcionaba en la calle San Andrés, la dirigente aprista Dora Monzón. Con ella estaba una mujer, de tez cobriza, de cabello ensortijado, estatura mediana y amplia sonrisa. Dora hizo la presentación: ella es la compañera Martina Portocarrero.
Estupor primero y júbilo después. Frente a nosotros estaba la gran Martina Portocarrero, la responsable de nuestros extravíos revolucionarios. Ella, o mejor dicho, sus canciones, habían acompañado nuestras faenas militantes. Habíamos cantado o mejor dicho gritado La flor de la Retama, el Hombre y otros temas de profunda significación política.
Y allí, luego de reponernos del asombro, nos atrevimos, en cuarteto desafinado, a cantar Vengan todos a ver, ay vamos a ver, en la plazuela de Huanta amarillito, amarillando… Y Martina sonreía.
Esa noche, el Paraninfo Universitario estuvo a punto de reventar por la masiva asistencia de un público mayoritariamente juvenil. La impresionante congregación se repitió al día siguiente en el coliseo cerrado.Años más tarde, Martina llevó su canto y su sentimiento a Europa.
El gobierno de entonces la acusó de hacer propaganda a Sendero Luminoso. Y a su vez, Sendero Luminoso la acusó de no hacer propaganda en favor de su lucha armada. Así vivió Martina Portocarrero, injustamente acusada, dolorosamente incomprendida.
Hoy, las noticias que llegan desde Suiza dan cuenta de la muerte de Martina Portocarrero. Se ha ido una de las voces más profundas del canto social en nuestra patria. El dolor rescata los recuerdos, pero golpea el alma. Martina ya no está con nosotros. Ayacucho llora su partida, Y nosotros la recordamos gritando desde la profundidad de nuestros quebrantos: la sangre del pueblo tiene rico perfume…