La laguna Piuray es una fuente vital de agua para la Ciudad Imperial del Cusco, sin embargo, la crisis hídrica que azota a la región ha reducido su nivel drásticamente. Los comuneros de las zonas aledañas temen que colapse y piden soluciones urgentes.
DÉFICIT HÍDRICO EN CUSCO: UNA ALERTA REAL
Según los dirigentes, la empresa Sedacusco debe evaluar la situación y realizar trabajos como trasvase de agua, siembra de agua o limpieza de canales. También deben cumplir con los convenios de recuperación de cabeceras de cuenca, que no se han terminado en esta década.
Los comuneros han perdido dos hectáreas de la laguna en el 2020. Ahora solo quedan 70 centímetros para que el agua no se pueda usar. Esto afectaría al 40% de los residentes del Cusco, que dependen de esta laguna para su abastecimiento.
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“Nosotros las comunidades de la cuenca Piuray, en el 2020 ya habiamos perdido dos hectáreas. Tememos que colapse si es que sigue bajando el nivel del agua, que (las autoridades) vengan a hacer mesas temáticas y se hagan trabajos inmediatos, se tiene que armar un plan”, dijo un comunero a La República.
Crisis hídrica en Cusco daña la flora y la fauna
La sequía no solo afecta a los humanos, sino también a la naturaleza. La laguna Piuray alberga una gran diversidad de flora y fauna, que está siendo amenazada por la falta de agua.
Los totorales se han secado y las aves no saben dónde poner sus nidos. Las aves también se están yendo, lo que significa una pérdida de recursos para los comuneros.
“Socialmente en las comunidades ya sabíamos como cuidar el agua, desde nuestros ancestros”, señaló uno de ellos.
La crisis hídrica en Cusco se ha intensificado por el fenómeno El Niño, que ha provocado una disminución de las lluvias. Los comuneros piden que las autoridades activen mecanismos para preservar la fuente de agua y evitar una catástrofe mayor.