En una jornada decisiva, el Congreso de la República concluyó con el debate de censura a la ministra de Cultura, Leslie Urteaga. La moción de destitución, impulsada por congresistas cusqueños y bancadas de izquierda, no logró los votos necesarios. Con 51 votos a favor, 31 en contra y 15 abstenciones, la propuesta no alcanzó el umbral de 66 votos.
CONTRALORÍA: “HAY INDICIOS DE IRREGULARIDADES EN CONTRATACIÓN DE JOINNUS POR EL MINISTERIO DE CULTURA”
La controversia surgió por la gestión de entradas a Machupicchu mediante la plataforma Joinnus, un proceso marcado por informes de irregularidades del Osce y la Contraloría.También criticaron la “falta de transparencia en las contrataciones e ineficacia en la administración del sector cultura».
La decisión de no censura a la ministra de Cultura se adoptó después de un amplio debate en el que se dividieron las opiniones. Unos señalaron que la gestión de Urteaga perjudica gravemente la actividad turística del país, y la reactivación económica. Otras estuvieron a favor de su iniciativa en el uso de la tecnología para el desarrollo.
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Reacciones y repercusiones
La decisión del pleno generó reacciones mixtas. En Cusco, voces como la de Alfredo Cornejo, secretario del Frente de Defensa del Patrimonio Cultural y Turismo Sostenible, expresaron su descontento. Cornejo señaló la tardanza de los representantes cusqueños en actuar y cuestionó la validez de los informes de la Contraloría y el Osce, sugiriendo la influencia de la corrupción en el Congreso. Asimismo, indicó que desde su organización, la posibilidad de medidas adicionales se mantiene abierta y pendiente de discusión entre diversos sindicatos y gremios.
Por su parte, la comunidad espera acciones concretas y transparentes que aseguren la integridad de su patrimonio. Mientras tanto, el debate sobre la gestión cultural y la responsabilidad política continúa, con la mirada puesta en la preservación de Machu Picchu, uno de los sitios más emblemáticos del Perú.