En 2023, 12 574 estudiantes de los niveles inicial, primaria y secundaria sufrieron algún tipo de violencia escolar por parte de sus compañeros, como golpes, insultos, tocamientos indebidos y acoso, lo que representa un aumento del 60% con respecto a los casos reportados en 2022, según el portal SíseVe del Ministerio de Educación.
En ese sentido, este 2024 más de 100 mil estudiantes se convierten en agentes de cambio en sus colegios. Jóvenes de secundaria de instituciones públicas y privadas asumen la responsabilidad de supervisar la convivencia escolar. Su misión es clara: asegurar un ambiente de aprendizaje sin violencia. La veeduría “Convivencia Escolar” forma parte del programa “Auditores Juveniles” de la Contraloría General para verificar el cumplimiento de la normativa que regula dicha materia
Los jóvenes auditores no están solos en esta tarea. Cuentan con el apoyo de docentes y familiares para garantizar el cumplimiento de leyes clave. Entre ellas, la Ley N° 29719, que establece un marco para una convivencia pacífica en las aulas. La meta es diagnosticar y prevenir cualquier forma de acoso o intimidación entre compañeros.
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Normativas para enfrentar la violencia escolar
La Ley General de Educación y sus reglamentos también están bajo la lupa. Los estudiantes evalúan cómo se gestionan los conflictos y se protege a los menores de la violencia. La veeduría escolar activa no sólo observa, sino que actúa. Los resultados de esta supervisión podrían influir en futuras políticas educativas.
La veeduría tiene una fecha límite: el 31 de mayo. Hasta entonces, los estudiantes serán los ojos y oídos de sus colegios. Observarán el respeto a las normas y cómo se previene la violencia. Este es un compromiso serio con la educación y el bienestar de los escolares.
Tecnología y participación: herramientas para la veeduría
La era digital facilita esta tarea monumental. Los estudiantes utilizan formularios virtuales para registrar sus hallazgos. Incluso en áreas sin internet, la Contraloría provee alternativas para asegurar que todos puedan participar. La tecnología se convierte en un aliado de la veeduría escolar.
Un futuro mejor en manos de los jóvenes
El programa Auditores Juveniles es más que una actividad extracurricular. Es una forma de empoderar a los estudiantes y de involucrarlos en la mejora de su entorno educativo. Ellos son la voz y el futuro de una educación de calidad, libre de violencia y llena de oportunidades.
El compromiso de los jóvenes con una educación digna y segura a través de la veeduría escolar activa es un ejemplo de cómo la participación ciudadana puede transformar nuestras escuelas y nuestra sociedad.