Lo que comenzó como el sueño altruista de un grupo de amigos durante un viaje de turismo a Perú en 2015, hoy es una realidad que transforma vidas en Cusco y Loreto, ese sueño se llama: Asociación Indakana y ya lleva casi una década trabajando para ofrecer oportunidades a la infancia y juventud más vulnerable con casas de acogida y vivienda estudiantil gratis demostrando que, con esfuerzo y solidaridad, es posible cambiar, aunque sea un poquito, el mundo.

La otra cara del turismo en Cusco: La realidad de las comunidades que viven en zonas arqueológicas

La Asociación Indakana se originó cuando un grupo de amigos de Almería, España, en uno de sus viajes de turismo visitó Perú y al ser testigos de primera mano de las carencias y dificultades que enfrentan muchos jóvenes en el país, despertó en ellos el deseo de hacer algo por cambiar esas condiciones y decidió dedicar su tiempo libre a hacer de este mundo un lugar mejor.

«Vimos que la juventud en Perú no tenía suficientes oportunidades para poder desarrollarse y pensamos que ahí podemos poner nuestro granito arena para ayudarlos. También a los niños que están en hogares de acogida y mujeres artesanas para empoderarlas con independencia económica y que luego tomen decisiones sin tener que depender de sus maridos», sostiene Alejandro, presidente de Indakana en España.

Inspirados por la conexión entre su tierra y el Perú, crearon un nombre simbólico: Indakana, una combinación del ‘Indalo’, símbolo de Almería, y la ‘Chakana’, la cruz andina cusqueña. Desde entonces, han desarrollado una labor ininterrumpida para apoyar a jóvenes y niños en regiones vulnerables del Perú.

«Una hermandad entre culturas que están históricamente unidas y queríamos simbolizar esta unión con nuestro logo», explica Alejandro.

Tres proyectos clave de la Asociación Indakana en Perú (Cusco y Loreto)

A través de eventos solidarios en Almería y las aportaciones de sus socios, la asociación ha logrado financiar tres proyectos clave: becas de estudio, un hogar de acogida y una residencia juvenil, todos ellos en la región de Cusco y Loreto. Estos programas buscan brindar acceso a la educación, techo y seguridad a quienes más lo necesitan, dándoles una oportunidad de romper con el ciclo de la pobreza.

«Los proyectos actuales que venimos trabajando son: la residencia estudiantil para jóvenes que estén en situación de riesgo que tengan dificultades para acceder a vivienda y le apoyamos con la continuidad de estudio y también con la búsqueda de empleo. y También tenemos un espacio de encuentro comunitario donde realizamos refuerzo educativo para escolares, actividades lúdicas y culturales para toda la comunidad»,nos cuenta Ángel.

Indakana Cusco ayuda a jóvenes en situación de riesgo

El impacto de Indakana va más allá de los números. El hogar de acogida proporciona un espacio seguro y lleno de cariño para niños y adolescentes en situación de abandono. En Cusco trabajan de la mano con Psicored una organización conformada por jóvenes psicólogas voluntarias quienes se encargan de dar talleres gratuitos para reforzar las habilidades blandas de los beneficiarios de Indakana.

Por otra parte, la residencia juvenil ha permitido que jóvenes que vienen de áreas rurales a estudiar a la ciudad de Cusco puedan continuar con su formación técnica y universitaria, ofreciéndoles una vivienda segura, una base sólida para construir un mejor futuro.

«Nosotros venimos de la trayectoria de haber trabajado en hogares de menores tutelados por el Estado en situación de riesgo y sabemos que hay un número considerable de estos jóvenes que están en situación de desamparo y una vez que cumplen los 18 años, estos niños tienen que salir obligatoriamente de los espacios de menores y por eso surgió la idea de la residencia juvenil para crear un puente entre los hogares de menores y la vida adulta», explica Ángel, residente de Indakana Cusco.

Solidaridad sin fronteras

Gracias a las actividades de recaudación en Almería, como conciertos benéficos, ferias y eventos deportivos, Indakana sigue financiando estos proyectos. Todo el esfuerzo y dedicación de este grupo de amigos ha generado un puente de esperanza entre Almería y Cusco, demostrando que la solidaridad no conoce fronteras.

Con un compromiso inquebrantable, la Asociación Indakana sigue trabajando por un futuro más justo para los niños y jóvenes del Perú. Y mientras ese lazo entre España y el Cusco siga tejiéndose, las posibilidades de transformar vidas serán infinitas.

«Nuestro Slogan dentro de Indakana es: «EL ALTRUISMO SE CONTAGIA, ¡CONTÁGIATE!”, expresa Angel.

Si deseas recibir apoyo de Indakana en Cusco puedes visitar la residencia ubicada en Retamayoq, entrando por el paradero Kiosko de la Av. Velazco Astete. Si deseas recibir mayor información dé sus proyectos en Perú escribe al siguiente correo electrónico: [email protected]