Rocío Silva Santisteban, reconocida escritora, poeta, abogada y activista peruana, ha logrado compaginar con éxito su amor por la literatura y su compromiso con los temas sociales. En el marco del Hay Festival Arequipa 2024, conversamos con ella sobre cómo su trayectoria literaria y activista se entrelazan y sobre su perspectiva acerca de las desigualdades en el Perú actual.
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Entre la literatura y el activismo
Silva Santisteban recuerda cómo su amor por la literatura nació durante su infancia, influenciada por su salud frágil que la confinaba a la lectura. Sin embargo, su interés por los temas sociales emergió al observar la actividad política durante la Asamblea Constituyente en su adolescencia. Esto marcó el inicio de su dualidad entre la literatura y el activismo. A lo largo de su vida, ha combinado estudios en Derecho y Literatura, dos disciplinas que enriquecen su enfoque crítico hacia las problemáticas sociales.
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Educación y desigualdad de género en el Perú
La escritora reflexiona sobre las disparidades en el acceso a la educación entre las mujeres urbanas e indígenas. Mientras que las primeras suelen tener más oportunidades de estudiar y graduarse de universidades, las mujeres indígenas enfrentan barreras significativas, como la distancia de los colegios y los roles tradicionales impuestos por sus comunidades. Silva Santisteban destaca historias inspiradoras de mujeres indígenas que, a pesar de las adversidades, han logrado liderar sus comunidades gracias a la educación, como Olivia Viso y Teresita, quienes alcanzaron posiciones de liderazgo a través del acceso al conocimiento y la persistencia.
Patriarcado, racismo y la construcción de un pensamiento crítico
Rocio subraya cómo el patriarcado en el Perú se entrelaza con el racismo y el colonialismo, perpetuando la opresión hacia las mujeres, especialmente aquellas en situaciones de precariedad. Según la autora, la educación es una herramienta crucial para empoderar a las mujeres y reducir su vulnerabilidad frente a la violencia doméstica y otras formas de discriminación.
«Es mucho más difícil la vida de la mujer en un país donde el racismo es uno de los elementos fundamentales de la estructura del patriarcado, y el patriarcado peruano, además de ser racista es totalmente colonial. Además, sin duda alguna, las mujeres más oprimidas son las mujeres que están en situación de precariedad sin instrucción. O sea la mayor cantidad de víctimas de violencia doméstica son personas que no tienen acceso a educación secundaria. Las mujeres que tienen educación superior es bien raro que sean víctimas de violencia doméstica o van y la denuncian», expresó.
Sin embargo, lamenta que las redes sociales hayan distorsionado la percepción de que el pensamiento crítico puede sustituirse por opiniones instantáneas.
«La educación es muy importante y eso es algo, que no tenemos en consideración en nuestro país. Especialmente ahora con las redes sociales, la gente piensa que a través de las redes sociales puedes tener lo que no te da el colegio y eso es imposible. El colegio te tiene que dar un espíritu de pensamiento crítico y el pensamiento crítico te ayuda a ser mejor ser humano», señaló Rocío Silva.
La necesidad de empatía y unión en un país dividido
La escritora también reflexiona sobre las profundas divisiones en el Perú, que van más allá de las brechas de género y educación. Señala la falta de empatía como una de las causas de los conflictos sociales y destaca la necesidad de un mayor compromiso colectivo para superar resentimientos históricos y unir al país en la búsqueda de justicia social y derechos humanos.
El compromiso literario y social de Rocío Silva Santisteban
Para Silva Santisteban, su obra literaria y su activismo no son opuestos, sino complementarios. La narrativa y la poesía le permiten explorar y visibilizar las historias de los sectores más vulnerables, mientras que su activismo le da las herramientas para incidir en la realidad de manera tangible. En sus palabras, la literatura no sólo debe entretener, sino también cuestionar y transformar.
Rocío Silva Santisteban representa una voz indispensable para entender las complejidades sociales y culturales del Perú contemporáneo. Su dualidad como escritora y activista inspira no sólo a quienes la leen, sino también a quienes luchan por un país más equitativo y solidario.