Por primera vez, se ha confirmado la presencia del jaguarundi (Puma yagouaroundi) en el Coto de Caza El Angolo, un área natural protegida ubicada en la región Piura. El descubrimiento, publicado recientemente en la Revista Peruana de Biología por el investigador Joao Diego Freitas Córdova, representa un avance clave en el conocimiento de los félidos del Bosque Seco Ecuatorial.
El hallazgo fue posible gracias a un esfuerzo sostenido de monitoreo con cámaras trampa colocadas estratégicamente en el sector Sauce Grande del área protegida. Tras acumular más de 8900 días/cámara, se obtuvo la imagen que confirma la presencia de esta especie esquiva, de hábitos solitarios y poco visibles.
Un ecosistema con cuatro especies de félidos
El jaguarundi no es el único felino que habita El Angolo. La investigación también documenta la presencia del puma (Puma concolor), el ocelote (Leopardus pardalis) y el gato andino (Leopardus colocola), confirmando que el área funciona como un refugio ecológico de alta integridad. Esta coexistencia indica un ecosistema saludable, con suficiente disponibilidad de presas y hábitats diversos.
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La inclusión del jaguarundi, cuya presencia en el Bosque Seco Ecuatorial no había sido confirmada hasta ahora, amplía significativamente el rango conocido de esta especie en Perú. Aunque su distribución va desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina, los registros en ecosistemas secos como el de Piura son escasos y de alto valor científico.

El valor de conservar El Angolo
El Coto de Caza El Angolo abarca más de 65 mil hectáreas y forma parte de la Reserva de Biosfera Noroeste Amotapes-Manglares. Su modelo de gestión busca equilibrar el uso sostenible de los recursos naturales con la conservación de la biodiversidad. Este nuevo hallazgo demuestra que, con estrategias de manejo adecuadas, es posible proteger especies clave sin comprometer el desarrollo local.
La evidencia obtenida mediante cámaras trampa no solo resalta la utilidad de estas herramientas tecnológicas en la investigación de fauna poco estudiada, sino que también refuerza la necesidad de invertir en vigilancia, monitoreo y educación ambiental. En tiempos donde la pérdida de hábitats y la presión humana amenazan a numerosas especies, descubrimientos como este se convierten en llamados de atención.
Un mapa de distribución en expansión
Hasta ahora, la presencia del jaguarundi en Perú había sido confirmada principalmente en zonas amazónicas. Existen algunos registros dispersos en Lambayeque (Laquipampa), Cajamarca (Udima) y La Libertad (Sunchubamba), pero ninguno tan al norte y en un ecosistema seco como el de Piura.
Este primer registro en El Angolo amplía su distribución conocida y abre nuevas líneas de investigación sobre su adaptación a hábitats secos y de transición. Además, fortalece el argumento de que los Cotos de Caza pueden desempeñar un papel fundamental en la conservación de especies poco visibles, pero clave para la salud del ecosistema.
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