El suroeste de la Amazonía, que abarca territorios de Perú y Bolivia, podría ser la primera región del bioma amazónico en alcanzar un punto de inflexión ecológico. Así lo concluye un reporte del Programa de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP), de Amazon Conservation, que alerta sobre la fragilidad de los “ríos voladores”, corrientes de humedad que sostienen la selva tropical.
El estudio explica que la Amazonía funciona como una gigantesca bomba de agua que transporta y recicla humedad desde el Atlántico hacia los Andes. Sin embargo, la deforestación amenaza con romper ese ciclo natural y transformar ecosistemas húmedos en sabanas.
“Lejos de ser un evento único que afecte a toda la cuenca, el colapso puede empezar en áreas específicas. Y la Amazonía suroccidental, especialmente durante la estación seca, es la más expuesta”, advierte el documento.
La conexión invisible del agua
Los investigadores subrayan que más del 70% de las lluvias en el suroeste amazónico provienen de la transpiración de los árboles. Esto convierte a la región en un “sumidero de humedad” altamente dependiente de mantener intactos sus bosques.
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“La Amazonía occidental depende de los ríos voladores para transportar agua desde el Atlántico. Si los bosques del este en Brasil se destruyen, el ciclo del agua se rompe y los ríos no alcanzan la Amazonía occidental. Todo está conectado”, explicó Matt Finer, director de MAAP y autor principal del reporte.
Área sensibles donde se observa al Parque Nacional del Manu. (Foto de MAAP)
Manu y Madidi en riesgo
El informe identifica al Parque Nacional del Manu, ubicado en Cusco y Madre de Dios y al Parque Nacional Madidi, en Bolivia, como las zonas más vulnerables. Ambos abarcan 8,9 millones de acres de bosque que van desde los Andes hasta las tierras bajas amazónicas.
“Esta investigación muestra que algunos de los lugares más biodiversos del planeta, como el Manu, están en riesgo. Necesitamos unirnos en toda la Amazonía para proteger estos increíbles ríos voladores y evitar el punto de no retorno”, alertó Corine Vriesendorp, directora de Ciencias de Conservación Amazónica-ACCA en Perú.
Una amenaza que cruza fronteras
La pérdida de bosques en un país no se limita a sus fronteras. La deforestación en Brasil repercute directamente en la seguridad hídrica y agrícola de Perú y Bolivia. Esto convierte la crisis en un desafío regional.
“El informe evidencia el papel crítico de los ríos voladores para la conservación de los bosques y el acceso al agua en la Amazonía. Comprender estas dinámicas nos permite proteger mejor las regiones vulnerables en Perú y Bolivia, donde la conservación no es solo una prioridad local, sino un imperativo regional”, enfatizó Daniel M. Larrea, director de Ciencia y Tecnología de Conservación Amazónica–ACEAA en Bolivia.
Este hallazgo llega en un momento clave, cuando los países amazónicos se preparan para la COP30, que se celebrará del 10 al 21 de noviembre en Belém (Brasil). Allí, deberán actualizar sus compromisos climáticos y reforzar sus metas de conservación. El reporte subraya que proteger los bosques amazónicos no solo es esencial para enfrentar la crisis climática, sino también para garantizar agua y vida en toda la región.
El valor del monitoreo amazónico
El documento constituye el primer mapeo integral de los ríos voladores a lo largo de las estaciones húmedas, secas y transitorias. Fue elaborado por Amazon Conservation – ACA, Conservación Amazónica – ACCA (Perú) y Conservación Amazónica – ACEAA (Bolivia), con la colaboración de nueve investigadores de la cuenca y el apoyo de la Leo Model Foundation.
El proyecto MAAP, responsable de este análisis, utiliza imágenes satelitales y datos de campo en tiempo real para monitorear la deforestación e incendios en toda la Amazonía. Su objetivo es proveer información científica que apoye la toma de decisiones y políticas de conservación.
*Accede al estudio aquí.
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