La Contraloría advirtió que las comisarías de Macusani y Crucero operan en condiciones críticas, con equipos escasos, vehículos fuera de servicio e infraestructura deteriorada. La precariedad detectada genera un impacto directo en la seguridad de miles de ciudadanos de la provincia de Carabaya.
De acuerdo con el Órgano de Control Institucional de la Municipalidad Provincial, el panorama revelado surge tras una verificación realizada entre el 30 de octubre y el 5 de noviembre de 2025. El Informe de Control Simultáneo da cuenta de graves carencias en los servicios policiales y en la capacidad operativa de ambas dependencias.
En Crucero, los auditores hallaron que la comisaría no comparte información clave sobre delitos con otras instituciones, limitando la coordinación intersectorial. Tampoco cuenta con el sistema informático SIPCOP y dispone de un vehículo inutilizado, además de mobiliario y equipos deteriorados que ponen en riesgo al personal.
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La comisaría de Macusani enfrenta problemas similares, al carecer de sistemas de información, mapas del delito y herramientas para el seguimiento de casos de violencia familiar. Su local cedido no reúne las condiciones mínimas, no posee certificado de seguridad y suma vehículos inoperativos junto a equipamiento insuficiente.
Según la Contraloría, estas deficiencias reducen gravemente la capacidad de respuesta policial y exponen a los agentes a situaciones peligrosas. El organismo advierte que este escenario refleja el abandono institucional que afecta la seguridad ciudadana en la provincia de Carabaya y en la región Puno.


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