- La mayoría de las empresas formales se dedica al comercio y los servicios. Esto crea un escenario favorable para la inversión privada, ya que permite fortalecer los negocios, hacerlos más competitivos y contribuir al desarrollo de la región.
La dinámica empresarial en nuestra región sigue demostrando un alto potencial para atraer inversión privada. Según el Ministerio de la Producción (Produce), Cusco alberga más de 98 mil empresas formales, desde grandes corporaciones hasta pequeñas y microempresas. Este panorama empresarial ofrece un terreno fértil para que la inversión privada juegue un papel fundamental en su crecimiento.
Precisamente, la inversión privada se concreta cuando las empresas y los inversionistas deciden destinar sus recursos a ampliar, modernizar o fortalecer sus negocios, con el objetivo de producir más y mejor en el futuro. Su propósito es claro: impulsar el crecimiento de las empresas, elevar su eficiencia y, como resultado, generar mayor rentabilidad y sostenibilidad en el tiempo.
“El dinamismo empresarial que hoy muestra Cusco refleja el potencial que tiene la región para seguir atrayendo inversión privada. Cada sol que ingresa como capital –ya sea para ampliar un negocio, adquirir tecnología o impulsar nuevas ideas– se convierte en un motor que fortalece la competitividad y genera más oportunidades laborales. Este flujo de inversión permite que más empresas accedan a innovación, mejor infraestructura y nuevos mercados, creando un efecto positivo en toda la cadena productiva”, comentó Erick Chuquitapa, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).
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Según cifras de Produce, en el panorama regional hay un actor claramente predominante: las microempresas, que representan el 96.5% de todo el tejido empresarial. Este dato refleja un espíritu emprendedor muy activo en la región.
Además, la actividad económica se concentra principalmente en los sectores de comercio y servicios, que son uno de los motores de la economía local. Estas actividades agrupan a decenas de miles de negocios y están directamente vinculadas al turismo, al transporte de bienes y al consumo diario de las familias cusqueñas.
“Cusco cuenta con una base empresarial sólida y diversa, con un importante potencial de crecimiento. La presencia mayoritaria de microempresas, junto con sectores estratégicos que continúan expandiéndose, configura un entorno propicio para atraer nuevas inversiones. Aprovechar este escenario permitirá fortalecer la producción, mejorar la competitividad y consolidar a Cusco como un polo económico dinámico, atractivo y en permanente evolución”, finalizó Chuquitapa.


