En diversas zonas del territorio peruano, la implementación de nuevas conexiones de combustible barato podría convertirse pronto en un factor clave para reducir la pobreza. Ciertamente, urge la masificación del gas natural para permitir que las familias disminuyan drásticamente su gasto mensual en energía y mejoren su calidad de vida. Por esta razón, los ciudadanos podrían destinar finalmente esos recursos económicos ahorrados hacia la cobertura de otras necesidades básicas fundamentales para sus hogares. Según los datos del Instituto Peruano de Economía, la industria del gas generó un impacto de ciento ochenta y nueve mil millones de soles. Específicamente, entre los años dos mil cuatro y dos mil veinticuatro, el proyecto Camisea aportó sesenta y siete mil millones en valiosos ingresos fiscales. Además, cerca del sesenta por ciento de estos millonarios recursos fiscales fueron destinados directamente hacia los diversos gobiernos regionales y también a los locales.
Al respecto, Carlos Casas, quien dirige el Centro de Estudios sobre Minería de la Universidad del Pacífico, analizó profundamente esta importante problemática nacional. Según el especialista, ampliar el acceso al recurso permitiría mejorar la vida de la población al reducir significativamente todos los costos energéticos actuales. Efectivamente, alrededor de uno punto dos millones de personas todavía requieren acceder urgentemente a este combustible económico en siete regiones del país andino. Por consiguiente, Carlos Casas consideró totalmente necesario un trabajo articulado entre el Poder Ejecutivo y el Congreso para evaluar los costos y beneficios. De igual manera, el experto sugirió establecer una tarifa nivelada que impulse finalmente la ejecución del esperado proyecto denominado técnicamente como Siete Regiones.
Asimismo, la población mantiene expectativas muy altas sobre este servicio básico que permitiría un ahorro real en el presupuesto de cada familia peruana. Por otro lado, el especialista advirtió que no cumplir con este anhelo social podría generar graves problemas debido a las expectativas sociales actualmente embalsadas. Por lo tanto, la voluntad política resulta indispensable para concretar las obras de infraestructura necesarias que lleven el gas directamente hacia los domicilios. En resumen, el acceso al gas natural se perfila como la herramienta más eficaz para dinamizar la economía de los sectores más vulnerables. Finalmente, el aprovechamiento integral de nuestros propios recursos naturales debe priorizar siempre el beneficio directo para todos los habitantes de las regiones involucradas.


