El alcalde de Trujillo, Mario Reyna Rodríguez, se encuentra en el centro de la polémica después de un incidente ocurrido durante el Festival de la Marinera, evento cultural que se realizó en el complejo Chan Chan. Durante la celebración, el alcalde fue captado en un supuesto beso con el exanimador de Armonía 10, Gato Bazán, lo que desató una ola de reacciones en redes sociales y entre la comunidad trujillana.
El beso, que ocurrió en un ambiente festivo, fue seguido de varios bailes cercanos y gestos que algunos asistentes consideraron inapropiados para un evento público familiar. El comportamiento de la autoridad local generó malestar, especialmente entre los padres de familia que asistieron con sus hijos, quienes consideraron que no era el tipo de ejemplo que se esperaba de una figura pública.
El incidente en redes sociales
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Lo sucedido en el evento se viralizó rápidamente en las redes sociales, donde el video mostraba al alcalde Reyna bailando y recibiendo un beso del animador mientras consumían bebidas alcohólicas. La imagen se hizo viral por lo inesperado de la situación, ya que se trataba de un evento de gran tradición cultural, promoviendo la marinera, y la conducta de la autoridad fue considerada por muchos como una falta de respeto a las costumbres locales.
El alcalde, al enfrentarse al escándalo, trató de justificar su comportamiento, asegurando que todo formaba parte del espectáculo. «Fue parte del show», indicó Reyna, intentando restarle importancia a la situación.
Alcalde Mario Reyna (Video: Replica Noticias)
Una polémica que recuerda a otro episodio similar
Este no es el primer beso que involucra a figuras políticas y figuras del entretenimiento local. En octubre de 2021, en un incidente que también se dio a conocer a nivel nacional, el exalcalde de Trujillo, Arturo Fernández, fue besado en público por el mismo Gato Bazán durante un evento en una cebichería en Moche, distrito cercano a la ciudad.
Este beso también desató una gran polémica, pues muchos consideraron inapropiado que una autoridad política participara en un acto de este tipo.
Reacciones de autoridades locales
El regidor de la Municipalidad de Trujillo, Jorge Vásquez, fue uno de los primeros en manifestar su desaprobación. En una entrevista, señaló que la actitud del alcalde Reyna no estaba acorde con la postura que se espera de una autoridad local. “Se tiene que tener la postura de autoridad. Ya sabemos cómo actúa el Gato Bazán, pero se debe tener más cuidado porque es la primera autoridad que nos representa formalmente en Trujillo”, expresó Vásquez.
Regidor de Trujillo, Jorge Vásquez.
El regidor también puntualizó que un evento como el de la marinera debería ser un espacio para la cultura y las tradiciones, no para exhibiciones personales que puedan comprometer la imagen pública del alcalde. “El show lo pueden hacer otros, pero no la primera autoridad de la municipalidad de Trujillo”, agregó.
Posibles repercusiones políticas
Además de las críticas de los ciudadanos y autoridades locales, algunos analistas políticos han comenzado a especular sobre si este incidente podría ser parte de una estrategia política del alcalde Reyna. Jorge Vásquez mencionó que se están evaluando posibles vínculos con el proselitismo político, especialmente con miras a las elecciones municipales de 2026.
«El proselitismo es un tema amplio y cada abogado tiene su propia interpretación. Pero hay que ser realistas, todos los alcaldes, de alguna manera, hacen proselitismo utilizando los recursos de la municipalidad. No sé si esta situación tiene que ver con eso, pero si se determina que hay algo ilegal, tomaremos cartas en el asunto», manifestó Vásquez.
Atención
El beso entre Mario Reyna y Gato Bazán ha dejado claro que, en Trujillo, las figuras públicas deben tener un manejo más cuidadoso de su imagen, sobre todo cuando se encuentran frente a una audiencia que espera un comportamiento acorde con las tradiciones locales.
El incidente ha puesto sobre la mesa el debate sobre el papel de las autoridades en eventos públicos, la moralidad en la política y si, en efecto, la cultura y las costumbres deben prevalecer sobre el espectáculo y el entretenimiento.
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