La negativa de la Subprefectura para autorizar la verbena por el 205° aniversario de la Independencia de Trujillo en la plaza de armas desató la molestia del alcalde provincial Mario Reyna Rodríguez, quien no solo cuestionó la decisión, sino que terminó exponiendo un discurso cargado de generalizaciones y prejuicios, incluso mientras denunciaba supuesta discriminación contra la música cumbia y su público.
Reyna, quien pertenece a Alianza para el Progreso, confirmó que, ante la falta de garantías de orden público, el evento se trasladaría al estadio Chan Chan, en el barrio Chicago, aunque dejó entrever su empecinamiento por usar la plaza mayor. “Tampoco se puede llevar las cosas al extremo. No estamos para discutir con nadie. Si no se puede en la plaza de armas nos vamos al estadio Chan Chan”, afirmó, revelando que incluso llevó a la reunión fotografías de actividades realizadas en gestiones anteriores y en ciudades como Lima, México y Madrid para sustentar su pedido de uso del espacio público más emblemático de la ciudad.
Cálmese, señor alcalde
Sin embargo, el discurso del burgomaestre tomó un giro más polémico cuando atribuyó la negativa a lo que llamó un “falso prejuicio contra la cumbia”, aunque sus propias declaraciones terminaron reforzando estereotipos sociales. “Lo que hay es un falso prejuicio contra la cumbia, que se cree está ligada a actos delictivos, borracheras y líos. Estamos viviendo épocas de discriminación, se cree que la población de los distritos que escucha cumbia es delincuente”, sostuvo, para luego contraponer perfiles sociales de manera igualmente estigmatizante.
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«Hay gente de saco y corbata que escucha otra música y están metidos en delitos»
En una afirmación que ha generado críticas, Reyna añadió: “Hay gente de saco y corbata que escucha otra música y están metidos en otros delitos”, trasladando el debate del plano administrativo y de seguridad a una comparación social que refuerza divisiones y prejuicios, en lugar de aportar argumentos técnicos sobre la viabilidad del evento.
Mientras tanto, el impase ya tuvo consecuencias concretas: la orquesta Son del Duke canceló su participación por la incertidumbre generada y la municipalidad evalúa ahora la presentación de Daniela Darcourt y su orquesta.
Más allá del cambio de escenario y artistas, el episodio deja en evidencia el enfrentamiento entre autoridades y un discurso del alcalde que, en su afán por defender la verbena en la plaza de armas, terminó reflejando el mismo tipo de estigmatización que dice combatir.
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