En el marco del Día Internacional del Cuidado y el Apoyo, que se conmemora cada 29 de octubre, instituciones en Arequipa resaltaron la necesidad de distribuir de manera equitativa las responsabilidades de cuidado en el hogar, una labor que históricamente ha recaído sobre las mujeres. Esta fecha, propuesta por la UNESCO desde 2023, busca visibilizar el trabajo no remunerado que realizan en la atención de hijos, adultos mayores y personas con discapacidad o en situación de vulnerabilidad.
Según Roberta Mamani, representante de la Asociación Humanidad Libre, las mujeres dedican tres veces más tiempo al cuidado familiar que los hombres, lo que reduce sus oportunidades de generar ingresos propios. Cifras del INEI en 2024 indican que el 28% de las mujeres mayores de 18 años dependen económicamente de sus parejas o exparejas. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que más de dos tercios de la población sin empleo remunerado son mujeres, y que el 70% de ellas son cuidadoras a tiempo completo.
En Arequipa, la ordenanza regional N.º 525-2024 reconoce oficialmente el Día del Cuidado y el Apoyo, aunque su aplicación aún está pendiente por falta de reglamentación. La vicegobernadora Ana María Gutiérrez informó que se trabaja en un reglamento intersectorial con participación de las gerencias de Desarrollo e Inclusión Social, Educación, Trabajo y Salud, destinado a fomentar patrones de igualdad desde los colegios y promover la redistribución de las tareas domésticas entre hombres y mujeres.
-
Recomendados:
- Hay más de 4 millones de cuyes que se crían en Cusco
- Huacachina en riesgo: denuncian construcciones ilegales que amenazan el oasis más famoso del Perú
- Piura: Trabajadores de la Dirección Regional de Transportes exigen pago de beneficios adeudados desde junio
Certificación y autonomía económica de personas cuidadoras
El Gobierno Regional de Arequipa evalúa la certificación de las personas cuidadoras, tanto hombres como mujeres, previa verificación de sus habilidades y competencias. Esta medida busca reconocer el trabajo del cuidado como una actividad formativa y permitir que quienes lo realizan puedan acceder a ingresos propios y formalizar su labor, avanzando hacia una sociedad más equitativa y con igualdad de oportunidades.
Lea la nota original aquí o visita el medio El Búho


