El candidato presidencial por el partido Progresemos, Paul Jaimes, fijó una postura clara sobre los ingresos económicos de un mandatario nacional. Durante su intervención en el programa Agenda Regional, el postulante descartó cualquier posibilidad de reducir el salario que percibe el jefe de Estado actualmente. Jaimes considera que la propuesta de bajar los sueldos a los altos funcionarios representa una medida populista que busca captar votos mediante el engaño.
Según su visión, el monto que recibe un presidente resulta adecuado para la magnitud de las responsabilidades que conlleva el cargo. Él sostiene que un político honesto debe hablar con claridad sobre sus ingresos desde el inicio de la contienda electoral. El aspirante argumenta que la administración del país requiere funcionarios que no oculten sus intereses económicos tras promesas de austeridad poco realistas.
Jaimes defiende que la estructura salarial del sector público influye directamente en la calidad de los profesionales que el Estado puede contratar. Si el presidente percibe una remuneración baja, el resto de la escala jerárquica también sufre un estancamiento en sus ingresos. Esta situación impide que el gobierno compita con las ofertas del sector privado para atraer a técnicos con alta experiencia.
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El candidato afirma que su experiencia previa como Secretario General del Midagri le permitió observar las limitaciones que genera la falta de incentivos económicos en los ministerios. Él cree que la honestidad sobre estos temas económicos ayuda a construir una relación más transparente con los ciudadanos interesados en la gestión pública.
Una visión basada en la gestión técnica y la competitividad estatal
Jaimes fundamenta su decisión en la necesidad de profesionalizar cada estamento del aparato estatal peruano. El líder de Progresemos propone que el Estado funcione como una organización que premia la eficiencia y el conocimiento especializado. Él señala que la pérdida de recursos en las regiones ocurre frecuentemente por la falta de equipos técnicos que dominen los procesos de inversión. La gestión de presupuestos millonarios demanda personas capaces de enfrentar las complejidades legales y burocráticas del sistema nacional.
Según el candidato, un salario competitivo asegura que estos expertos prefieran trabajar para el beneficio público en lugar de buscar oportunidades en empresas privadas. Él rechaza la idea de que el sacrificio económico sea un requisito indispensable para ejercer la función pública con compromiso. Jaimes plantea que un funcionario bien remunerado tiene menos tentaciones de incurrir en actos de corrupción durante su desempeño laboral.
Su plan de gobierno enfatiza que la inversión en talento humano genera ahorros significativos para el país al evitar obras paralizadas o expedientes mal elaborados. El postulante menciona que los errores en la administración pública suelen costar mucho más que las planillas de los trabajadores calificados. Para él, la meritocracia debe regir el ingreso a las instituciones del Estado sin importar el color político del gobierno de turno.
Esta perspectiva busca romper con el ciclo de contrataciones basadas en favores partidarios que debilitan la institucionalidad nacional. El candidato insiste en que la población debe evaluar las propuestas técnicas más allá de los gestos simbólicos de los políticos tradicionales. Él prefiere mantener la actual remuneración presidencial para asegurar que el techo salarial de los ministros y directores permita contratar a los mejores del mercado.
Descentralización y el rol de las regiones en el desarrollo nacional
En la última parte de su presentación, Paul Jaimes abordó la problemática de la descentralización y el desarrollo en el interior del país. El programa Agenda Regional fue el espacio donde el candidato analizó la situación de departamentos como Arequipa. Él identificó que el retraso en los proyectos de infraestructura afecta directamente la productividad de los pequeños agricultores y emprendedores locales. Su propuesta incluye una presencia más activa del ejecutivo en el territorio para eliminar las trabas que impone la burocracia limeña.
El líder de Progresemos sostiene que su partido político busca representar una alternativa técnica que priorice los resultados medibles sobre la retórica ideológica. Él afirma que la recuperación económica del Perú depende de la capacidad de ejecución que demuestren los gobiernos regionales y municipales. Jaimes propone fortalecer las capacidades de gestión en las provincias mediante el envío de especialistas de alto nivel que acompañen los procesos de inversión pública.
El candidato considera que la transparencia en el uso de los fondos estatales constituye el pilar fundamental para recuperar la confianza de la ciudadanía. Él reitera que su negativa a bajarse el sueldo responde a una lógica de responsabilidad administrativa y no a un interés personal mezquino. Jaimes concluye que el país necesita líderes que enfrenten la realidad económica con pragmatismo y dejen de lado las promesas imposibles de cumplir.


