La actividad minera continúa en expansión en Cusco, impulsada por una mayor inversión empresarial que viene generando más empleo y dinamizando el desarrollo regional. En ese sentido, la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES) ha identificado que, en 2025, la región –a través del Gobierno Regional y las distintas municipalidades– ha dispuesto de alrededor de S/454 millones en su presupuesto por concepto de canon minero, ubicándose como la sexta con mayores ingresos gracias a esta actividad.
“Cusco se caracteriza por ser una de las mayores productoras a nivel nacional de oro y cobre, cuyos precios alcanzaron niveles récord este año. Gracias al contexto favorable, se ha registrado un crecimiento del sector en los últimos años, que representa el 40% del PBI regional y más del 52% del valor de sus exportaciones. Por todo ello, la recaudación del canon minero en la región continúa en aumento, fortaleciendo las posibilidades de inversión y desarrollo local”, explicó Erick Chuquitapa, economista de REDES.
Pero ¿qué es el canon minero? Cuando una empresa extrae minerales, una parte del valor que genera se transfiere a la región donde se desarrolla la actividad. Ese recurso, conocido como canon, fortalece el presupuesto de los gobiernos regionales y municipales. Se trata de dinero destinado exclusivamente a proyectos de inversión: infraestructura, servicios públicos y obras que impulsan el crecimiento y mejoran la calidad de vida.
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Específicamente en Cusco, este recurso ha permitido ejecutar obras que benefician directamente a la población, como la ampliación del servicio de agua potable y saneamiento en la comunidad Apachacco, distrito de Coporaque; el mejoramiento de las carreteras Cusco-Ccorca-Huayllapampa y Huancarani-Paucartambo; y la instalación del sistema de riego en los distritos de Cusipata, Quiquijana y Urcos. Estas obras han mejorado el acceso a agua segura, facilitado la conexión entre comunidades y fortalecido las actividades agrícolas, beneficiando a cerca de 24 mil cusqueños.
Desafíos pendientes
Aunque el canon minero ha permitido financiar proyectos importantes en la región, aún persisten desafíos para aprovechar plenamente su potencial. En los últimos diez años, la ejecución promedio apenas ha alcanzado el 60%, lo que evidencia que una parte significativa del presupuesto disponible no llega a convertirse en obras culminadas ni en mejoras sostenibles para la población.
“Muchos municipios no cuentan con personal calificado para formular proyectos y expedientes técnicos, gestionar licitaciones y supervisar obras. Esta falta de capacidad, junto con la alta rotación de funcionarios, reduce la eficiencia del gasto. Mejorar la gestión pública y profesionalizar la administración es fundamental para que cada sol del canon se convierta en infraestructura, servicios y bienestar para la población”, explicó Chuquitapa.
El especialista destacó que la minería y el canon han sido motores importantes para mejorar servicios e infraestructura, y que este recurso tiene un gran potencial para generar desarrollo sostenible y mejores condiciones de vida. En esa línea, subrayó que aún es necesario fortalecer la planificación y la eficiencia en la gestión pública, de modo que cada sol invertido se traduzca en desarrollo real para la población.


