Luego de una serie de eventos desafortunados y un reciente concurso de docentes, finalmente se confirmó que el artista César Aguilar «Chillico» ya no ejercerá la docencia en la Universidad Nacional de Arte Diego Quispe Tito del Cusco (UNADQTC).
DOCENTES DE LA UNIVERSIDAD CONTINENTAL COMPARTEN SUS EXPERIENCIAS DE INNOVACIÓN PEDAGÓGICA EN CUSCO
El caricaturista fue uno de los autores de la controversial alegoría «La Descarada» donde se recreó una mano negra manipulando a una figura femenina parada sobre esqueletos y que portaba una banda presidencial en alusión a la mandataria Dina Boluarte. La presentación de dicha escultura en el tradicional desfile de alegorías que se desarrolla en la Plaza de Armas cada año por fiestas del Cusco, inició la controversia.
«Chillico» denunció censura, porque su obra desapareció del centro de Cusco tras el impacto en redes sociales del tratamiento mediático que se dió a «La Descarada». Asimismo, denunció que la máxima autoridad de la UNADQTC habría intentado hacerle firmar un documento pidiendo disculpas a la presidenta Dina Boluarte.
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El artista, hasta ese momento docente de la universidad de arte, expresó que no se arrepentía de haber creado a «La Descarada» y el impase quedó ahí. Sin embargo, dos meses después otro desafortunado hecho desató el reclamo de «Chillico». La UNADQTC convocó a un concurso para renovar toda la plana docente contratada.
El detalle que exaltó al artista fue que dentro de los requisitos para su plaza, ahora se exigía dominio de quechua, idioma que es ajeno al artista. Además la convocatoria fue atípica ya que según antecedentes, nunca se realizó un concurso a medio año sino se recontrató automáticamente a todos. Finalmente, al no encontrar su nombre en la lista de ganadores del concurso denunció que lograron sacarlo de su plaza.
«Fe de Erratas»
Mariela Bravo Salas, directora del departamento académico de la mencionada universidad, indicó en entrevista a CuscoPost, que todo lo expresado por César Aguilar no se ajusta a la verdad.
«No es nada cierto porque estamos dentro de la norma. Las leyes nos exigen a que tengamos a realizar el concurso. Este año tenemos a OCI, entonces está la Contraloría y no podemos decidir por nosotros mismos hacer una recontrata. La ley no lo permite», indicó.
Sobre la exigencia del dominio del idioma quechua para la plaza del artista, señaló que fue un error de tipeo que se subsano con una Fe de Erratas. «Somos humanos, nos podemos equivocar», expresó.
De otro lado, explicó que no se ha sacado del cargo a ningún docente ya que todos tenían contrato solo hasta el 31 de julio del 2023. «Toditos han entrado a concurso, no se les ha sacado. El curriculum ha sido evaluado de acuerdo al baremo y el jurado calificador ha evaluado su clase modelo.»
En referencia al caso especifico de Cesar Aguilar, indicó que no aprobó el concurso porque no tiene dominio de ser docente. «El es artista, la parte pedagógica le falta al señor y por eso los jurados han determinado que no pasó las evaluaciones», dijo.
¿Si no es pedagogo, por qué fue contratado antes como docente?
Por su parte, José Luis Fernández, presidente de la Comisión Organizadora, señaló que contrataron a César Aguilar «Chillico» para enseñar en un curso que se dicta solo 6 horas en el primer semestre del año en la universidad de arte de Cusco. El curso de «Caricatura y animación» es un curso electivo de carrera al que acceden voluntariamente los estudiantes que les falta creditaje para egresar.
En este concurso, Cesar Aguilar, para completar sus 20 horas lectivas, postuló a la plaza para docente de Prácticas Pre Profesionales en Educación. El requisito para dictar este curso es ser pedagogo, título que no ostenta el artista.
«Si yo sé que no cumplo con el perfil de la plaza, no me presento a esa plaza ¿no? Debió presentarse a una de las más de 40 plazas de pintura que hay. Donde se aceptan artistas que no necesariamente son pedagogos», explicó.
Por su parte James Aragon Carrasco, director de gestión de asuntos académicos, dijo que cada docente es libre de postular a la plaza que más le convenga. Sin embargo enfatizó que cada uno debe ser consciente de sus habilidades y legajo.
«Nosotros no armamos las plazas en función a los docentes, eso sería direccionamiento. Hacemos las plazas en función a los estudiantes y a la malla académica. Lo que nosotros hacemos es acoger a nuestros egresados para que puedan enseñar en nuestra institución y luego les incentivamos a que se capaciten y tengan más estudios».
«La Descarada»
Según cuenta José Luis Fernández, la alegoría alusiva a Dina Boluarte no solo generó controversia mediática sino también a la interna de la institución. «Son tres profesores los creadores, el maestro Mamani, la maestra Rosa y el maestro Aguilar. en un momento hubo discrepancias por la autoría entre ellos mismos», dijo.
En medio de las discrepancias internas surgió un documento dando explicaciones de la creación de la escultura, redactado por la maestra Rosa que la firmó solo una estudiante. Los demás no quisieron firmarlo y ahí se quedó, explicó Fernández.
«Nosotros no hemos censurado nada porque primero, la alegoría se presentó en miniatura, se aprobó, luego pasó por la Plaza de Armas con nuestro apoyo. Pero lamentablemente se le dió un tratamiento mediático inmerso en la polarización política actual», indicó.
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