Durante su visita a Cusco, Francisco Morales, presidente del Tribunal Constitucional (TC), hizo declaraciones sobre la reciente contrarreforma universitaria. Morales se refirió al Congreso y al nuevo dictamen que otorga licenciamiento permanente de la SUNEDU a centros de estudios superiores. Su mensaje principal fue claro: los controles sobre las universidades no deben sofocarlas.
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Morales comentó que el Tribunal Constitucional ya ha abordado el tema en dos ocasiones, en los casos conocidos como SUNEDU uno y SUNEDU dos. En estos casos, el Tribunal reconoció la viabilidad y constitucionalidad de un modelo alternativo para la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), que incluye un Consejo Directivo. Este nuevo marco legal, respaldado por el Tribunal, exige que la Sunedu demuestre eficiencia y efectividad en sus funciones.
El presidente del TC subrayó la importancia de la autonomía universitaria, destacando que tanto en Perú como en el resto del mundo, las universidades surgieron de iniciativas tanto privadas como públicas. Morales mencionó ejemplos históricos, como la Universidad Católica, que comenzó en el colegio La Recoleta, y la Universidad de San Martín de Porres, que se inició en el convento de Santo Domingo. Estas universidades, y otras similares, empezaron de manera modesta y crecieron con el tiempo.
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Organismos de control como SUNEDU «no deben ahogar a las universidades”
Desde Cusco el presidente del TC, Francisco Morales, enfatizó que cualquier entidad encargada de supervisar las universidades, como la SUNEDU, «no deben ahogar a las universidades” más bien debería promover y acompañar su desarrollo en lugar de restringirlo. Subrayó que cada universidad posee sus características únicas y debe tener la libertad de desarrollarse dentro de su propio contexto.
«Cualquier institución que tenga por finalidad supervisar o monitorear la actividad de las universidades debe acompañar, promover, pero no debe convertirse en un órgano que ahogue la iniciativa privada o pública ni la creatividad. Cada universidad tiene su particularidad. Esto es algo muy importante», explicó.
En sus declaraciones, Morales también tocó el tema de las universidades con fines de lucro, dijo que es una realidad presente en diversas partes del mundo. Aunque reconoció que estas instituciones deben estar reguladas, insistió en que los estudiantes deben mantener la libertad de elegir su opción educativa.
«Hay universidades empresas en todas partes del mundo, pero eso tendrá que tener su regulación. Las personas deben tener la libertad de elegir, y el Estado debe garantizar que se brinde una educación de calidad. Pero eso ya es una cuestión de la política legislativa pública», afirmó Morales asegurando que el objetivo principal del Estado debe ser asegurar estándares altos de educación sin sofocar la iniciativa.
Supervisión equilibrada
Morales concluyó su intervención haciendo hincapié en que la supervisión de las universidades debe ser un proceso equilibrado. Instó a que se respete la autonomía y se promueva la calidad educativa sin imponer restricciones que puedan limitar el desarrollo académico y la creatividad de las instituciones educativas.
Sus declaraciones instaron a encontrar un equilibrio adecuado entre el control y la libertad de empresa en la educación, asegurando que las reformas universitarias apoyen y no restrinjan el crecimiento de las universidades.