Cada primer viernes de septiembre, Perú celebra el Día Nacional de los Ajíes Peruanos, una fecha que destaca la importancia cultural, gastronómica y económica de este fruto, fundamental en la cocina nacional y con notables beneficios para la salud.
Con más de 350 variedades cultivadas a lo largo de la costa, los Andes y la Amazonía, el ají peruano es considerado un símbolo nacional, tanto por su versatilidad en la gastronomía como por su impacto en el desarrollo agrícola y económico del país. El ají no solo es esencial en la preparación de platos típicos como el ceviche, el ají de gallina y el rocoto relleno, sino que también juega un rol clave en la exportación de productos agrícolas peruanos.
Beneficios nutricionales y propiedades medicinales
Los ajíes peruanos son reconocidos no solo por su sabor picante, sino también por sus propiedades nutricionales. Su componente principal, la capsaicina, ofrece beneficios para la salud como propiedades analgésicas, antiinflamatorias y antioxidantes. Diversos estudios indican que el consumo regular de ají puede aliviar dolores articulares, mejorar la circulación sanguínea, fortalecer el sistema inmunológico y ayudar en la regulación del metabolismo, lo que contribuye a la prevención de enfermedades crónicas.
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Además, los ajíes tienen un bajo contenido calórico, ya que el 90% de su composición es agua, lo que los convierte en una opción saludable en dietas orientadas al control de peso. El ají amarillo, por ejemplo, es una fuente importante de calcio, hierro y vitamina C, esenciales para el bienestar general.
En la Amazonía peruana, variedades como el charapita y el ají montaña son altamente valoradas por su tamaño pequeño y nivel extremo de picante. (Foto: Difusión)
Diversidad y origen cultural del ají peruano
El Perú es considerado el centro de diversidad mundial de los ajíes, con 14 especies originarias de su territorio, de las cuales 9 son silvestres. Entre las variedades más reconocidas se encuentran el ají amarillo, el rocoto y el ají panca. En la región andina, el ají amarillo destaca por su sabor afrutado y picor moderado, mientras que el rocoto, cultivado en áreas altoandinas, es conocido por su sabor intenso y su carne gruesa.
En la Amazonía peruana, variedades como el charapita y el ají montaña son altamente valoradas por su tamaño pequeño y nivel extremo de picante. Estas especies, aunque menos comunes en la gastronomía urbana, aportan a la diversidad y sostenibilidad de los cultivos en el país.
El uso del ají tiene raíces profundas en la historia peruana. Desde tiempos precolombinos, las culturas andinas consideraban al ají como una planta sagrada, usándola en rituales religiosos y ceremonias vinculadas a la Pachamama. Esta conexión cultural persiste hasta hoy, especialmente en las comunidades rurales de los Andes y la Amazonía.
Impacto económico y comercialización
El ají peruano tiene una gran relevancia en la economía agrícola del país. Regiones como Junín, Arequipa, Cusco y Lambayeque destacan como grandes productoras, siendo el Gran Mercado Mayorista de Lima el principal centro de distribución. Entre las variedades más demandadas están el ají amarillo, el rocoto, el panca y el limo, todos cruciales para la preparación de platos tradicionales peruanos.
Perú no solo es hogar de una variada gama de ajíes, sino que también se considera el epicentro de la diversidad de este fruto a nivel mundial. (Foto: Difusión)
El crecimiento en la demanda internacional ha posicionado al Perú como uno de los principales exportadores de ají, especialmente en presentaciones como ají seco, ají en pasta y paprika. Esta tendencia contribuye a la visibilidad global de la gastronomía peruana y refuerza el sector agrícola.
El Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) ha identificado más de 30 variedades nativas con propiedades destacadas para la agroindustria, impulsando la investigación y el desarrollo de productos derivados del ají, lo que favorece la economía rural y el desarrollo sostenible.
La celebración del Día Nacional del Ají
Establecido en 2018, el Día Nacional de los Ajíes Peruanos busca visibilizar la labor de los agricultores y promover el consumo de ajíes autóctonos, resaltando su valor como un patrimonio cultural. Esta fecha también pone de manifiesto la importancia del ají como motor económico para las regiones productoras.
Retos y sostenibilidad en la producción de ají
A pesar de su relevancia, la producción de ají enfrenta desafíos asociados con la sostenibilidad y la conservación de sus especies. El Ministerio del Ambiente (Minam) ha implementado varias iniciativas para proteger la biodiversidad de los ajíes, promoviendo prácticas agrícolas responsables que aseguren la preservación de los ecosistemas y la seguridad alimentaria.
El Programa de la Ruta del Ají busca monitorear la distribución y el estado de las variedades de ají en diversas regiones, permitiendo la recolección de datos que optimicen la producción y garanticen la conservación de estas especies.
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