Yarleni Carmen Mejía Mendoza, representante de la empresa familiar Chocolate Chuncho de Oro de Cusco, ha destacado el avance de su negocio. La marca, oriunda del distrito de Echarati en la provincia de La Convención, Cusco, ha logrado posicionarse. Su éxito se debe a cinco años de arduo trabajo constante en la industria del chocolate. De hecho, la productora ha logrado expandir su negocio por todo el Perú, consolidándose como una referencia.
La Municipalidad de Echarati, a través de su proyecto Biocomercio, ha sido fundamental para este crecimiento. Gracias a este apoyo, la empresa familiar ha participado en diversas ferias. De hecho, asistieron a eventos en lugares como Arequipa, Lima, y las conocidas Noches de Café de Quillabamba.
La formalización de la empresa y la obtención de los registros sanitarios para sus productos son pasos cruciales. Mejía, la productora, está proyectando llevar su marca a mercados regionales y nacionales. La empresa familiar Chocolate Chuncho de Oro tiene claro sus próximos objetivos.
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Mejía destacó que ahora que tienen todos sus productos con registro sanitario, están apuntando a llevarlos a diferentes lugares del Perú. Estos lugares incluyen Arequipa, Lima y Tacna, los cuales son considerados buenos mercados para el chocolate. El esfuerzo de esta familia emprendedora demuestra el gran potencial de Echarati. Por lo tanto, su trabajo es un ejemplo de crecimiento.
El ascenso del Chocolate Chuncho de Oro en Cusco
La historia de la empresa familiar Chuncho de Oro es un reflejo del espíritu emprendedor de la región. El apoyo institucional fue fundamental. La participación en las ferias de biocomercio ha permitido a la empresa ganar visibilidad y establecer nuevos contactos. Los registros sanitarios y la formalización de la marca aseguran la calidad de sus productos.
El Chocolate Chuncho de Oro es un ejemplo de cómo un negocio pequeño puede crecer de manera significativa. La visión de la productora Yarleni Carmen Mejía Mendoza es ambiciosa. En consecuencia, su enfoque en mercados nacionales demuestra su confianza en la calidad de su producto. Su ascenso es un motivo de orgullo para la región.