El cusqueño Erwin Salazar Garcés, conocido como el astrónomo de los Andes, respetado por la comunidad de astrónomos peruana e internacional, prepara la tercera edición, actualizada y ampliada, de su libro Astronomía Inka.
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«Creo que mi aporte es haber enseñado a la gente observar los cielos, tenerles cariño y que se descubra que existe otro universo que nos rodea”.
Erwin Salazar Garcés, es un astrónomo cusqueño, autodidacta y apasionado de la astronomía inca desde hace 50 años. La Cruz del Sur fue la primera constelación que conoció y desde ese entonces no ha dejado de observar el cielo, sus estrellas, cometas y novas. Años después crear el observatorio Planetarium Cusco y escribe su libro Astronomía Inka.
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La pasión por los astros celestes de Erwin inició en el distrito Anta, donde vivió de niño. Cuenta que un día, su padre le enseñó unos mapas del cielo y juntos ubicaron en el firmamento la constelación Cruz del Sur. Desde ese momento el pequeño Erwin Salazar exploraba durante las noches las estrellas que aparecían.
“Así empezó mi pasión, a la luz de una vela porque no había corriente eléctrica en Anta, y con mi mapita en la mano aprendí a encontrar las constelaciones en el hermoso cielo de mi distrito natal”, recuerda.
Otro momento que marco su vida, fue cuando escuchó un relato de su tío materno sobre La guerra de los Mundos, la invasión marciana escrita por Orson Welles. El astrónomo cusqueño cuenta que la historia le fascinó tanto que salió corriendo a ver el cielo y justo había una estrella roja. “Es Marte”, le dijo su tío. Entonces fue en busca de más información a la biblioteca del colegio, pero no halló nada.
A partir de ese momento, contemplar el firmamento se convirtió en su más grande pasión. Es así que en su búsqueda de bibliografía sobre astronomía, pudo leer al cronista Cristóbal de Molina, un español que había registrado información sobre la relación de los incas y los astros.
“Los cronistas se dieron cuenta de que los incas observaban los movimientos del sol, la luna y las estrellas, y las veían como deidades. No podía ser de otra manera, gracias a ello se dieron cuenta de que esos cuerpos celestes influían en la agricultura; por esa razón elaboraron calendarios para hacer frente a variaciones climáticas”, señala.
Planetarium Cusco
Ahora Erwin es director científico de Planetarium Cusco, un lugar donde muestra la astronomía occidental. También muestra los cielos andinos de forma virtual y ofrece charlas a los visitantes nacionales o internacionales sobre la astronomía de los incas. Además está preparando la tercera edición, corregida y aumentada de su libro, Astronomía Inka, que también se ha traducido al inglés.
Erwin es un divulgador de la astronomía cultural, llamada así a la que desarrollaron los pueblos antiguos e involucraron en su vida cotidiana. Según explica, los incas respetaron a sus deidades celestes, y por eso alinearon sus edificaciones en dirección al movimiento del sol, la luna o estrellas.
“La tradición oral es difícil de recuperar y se necesitan profundizar investigaciones; ya existen arqueólogos que se están especializando en astronomía», señala.
La mayor ambición que tiene este astrónomo, es lograr que la población empiece a tomar conciencia del conocimiento de los pueblos antiguos del Perú y su influencia en nuestra identidad nacional.
«Por eso me dediqué todos estos años a difundir este aspecto de la ciencia inca tan poco conocido. Los grandes conocimientos de nuestra cultura tienen que llegar a todos los lugares del mundo; ser motivo de orgullo para todos nosotros. Aprendamos a valorar nuestras raíces», agrega.