Cuando se habla de política, en algún momento se oyen frases como: “La política es horrible”, “Yo nunca me metería en política”, ”Todos los políticos son corruptos”. Pareciera que las personas que dicen eso, lo hacen con cierta resignación. ¿Será que han logrado asimilar la frustración de que nada puede cambiar? Esta última interrogante, que parece una expresión derrotista, ha sido motivo para que muchos jóvenes abandonen su camino en política.
¿Y la esperanza?, dicen que la esperanza está en la juventud. También dicen que los políticos de gran trayectoria ya están encasillados y resignados.. Además ya no les interesa cambiar algo que nunca han podido. Entonces los entendidos con algo de esperanza dicen que toca mirar a los jóvenes, por su ímpetu y su dinamismo. Mentes frescas con creatividad y sin malicia.
Es así que un día, unos entusiastas políticos de turno, decidieron fijar una “cuota joven” dentro de las listas partidarias. Desde el 2006, el 20% de candidatos para las elecciones municipales, deben ser menores de 29 años,según ley. Aquellos que promovieron esta iniciativa jamás imaginaron que algunos de esos jóvenes terminarían sentados en un sillón municipal, dirigiendo a los “viejos zorros” de la administración pública.
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En realidad la “Ley del Concejal Joven” solo era para motivar la participación de los jóvenes en la política y muchos partidos llenaban ese requisito sin darle tanta importancia. Así llegó a la política Romi Infantas Soto, la cuota joven de un movimiento regional de Cusco que llegó a ser la alcaldesa más joven del Perú.
La alcaldesa más joven del Perú
Romi tiene 27 años, es regidora de la Municipalidad Provincial de Cusco y fue la cuota joven del Movimiento Regional Tawantinsuyo. Candidata a tercera regidora, Romi incursionó en la política a los 23 años, sin expectativas, según nos cuenta en una entrevista exclusiva para CuscoPost. En ese momento jamás se imaginó que llegaría a ser Alcaldesa de Cusco, y menos ser recordada como la más joven burgomaestre en la historia del Perú.
“Es algo que no esperaba, me tomó de sorpresa, pero sí me sentía preparada para afrontar ese reto”, dice Romi al recordar que a sus 25 años le tocó asumir la alcaldía de Cusco.
Eran momentos difíciles, la primera ola de la pandemia por Covid 19 golpeaba con fuerza. Con los hospitales abarrotados y la morgue en colapso, la población exigía atención de las autoridades. Muchos funcionarios llegaron a contagiarse con el mortal coronavirus, entre ellos el alcalde encargado de la Municipalidad de Cusco, Ricardo Valderrama quien falleció por Covid 19. Es en ese momento que Romi Infantas asume el encargo de ser alcaldesa provincial de Cusco.
Asumir el reto
“Creo que cuando se tiene que asumir un reto tan grande, lo primero es saber escuchar, ser serenos y sobre todo pensar en los demás. El fin último de la política es el servicio a los demás, y como joven siento que debemos recuperar esa esencia de la política, porque es algo que se ha perdido”, afirma.
Su corta gestión, que duró un poco más de tres meses, no pasó desapercibida. La emergencia sanitaria por la Covid 19, se encargó de ponerla en vitrina pues en todos los rincones del país se requería una respuesta firme de las autoridades locales. Y entonces la joven Romi ¿podría dirigir una ciudad?
“Yo veía los titulares que salieron y aparte de resaltar mi juventud, también tocaban el tema de ser mujer, por otro lado los comentarios dentro de la municipalidad eran de desconfianza. Los gerentes y funcionarios no concebían la idea de que alguien más joven que ellos los tendría que dirigir. Además juventud es sinónimo de inexperiencia, y muchos funcionarios se mostraban reacios y no me querían tomar en cuenta”, recuerda la actual regidora.
¿En qué momento se contamina un político?
Entonces, en medio de todo ese clima ¿Cómo evitar contaminarse con esta política tradicional que nos ha sumergido en esta actual crisis?.
“Yo vengo con las manos limpias y así me quiero ir, soy joven y quiero tener una carrera en la cual pueda dormir todas las noches tranquila”, respondió. Sin embargo, resaltó que la formación en valores desde la niñez es muy importante. Además agregó que su principal motivación es sentir que está haciendo algo para cambiar la política tradicional.
“La política me quitó a mi papá”
Romi es hija de Gustavo Infantas, un funcionario público de gran trayectoria. Fue teniente alcalde, alcalde encargado, dirigió el Instituto Peruano del Deporte y actualmente dirige el INDECI en Cusco.
Al recordar éste aspecto de su vida Romi recuerda con nostalgia su infancia. “Yo sentí que la política me robó a mi papá” dice, “Él llegaba a casa muy tarde cuando yo ya estaba durmiendo y al día siguiente, me levantaba y él ya no estaba.” agrega.
Según dice fueron esos aspectos los que la hicieron decidir “nunca entrar en política”. Sin embargo también recuerda que fue justamente su padre quien la animó para ser candidata a regidora. Ella recuerda que su padre le dio un importante consejo: «Tu haz las cosas bien, no importa lo que los demás digan».
Ahora que ya es una política joven con trayectoria, nos cuenta que tiene ganas de seguir sirviendo a la ciudadanía desde cualquier cargo o función pública. Aunque detalla que no todo es «color de rosa», asegura que siempre encuentra motivos para seguir adelante sirviendo a la población.
En conclusión. ¿En qué momento se contamina un político?, Romi Infantas dice que en el momento que el político lo decida, pero ella quiere dar ejemplo de que es posible no contaminarse y además generar un cambio. Es consiente de que sola no podrá hacerlo. «Cada uno pone su granito de arena», dice.