Pobladores de La Oroya Antigua experimentaron al amanecer de este martes, una concentración de gases como efecto de la reactivación parcial del Complejo Metalúrgico, aunque no tan densa como cuando la fundición estaba a cargo de la Doe Run Perú, pero suficiente como para que los niños de la escuela Manuel Scorza suspendieran por unas horas sus actividades por el Día del Libro.
De acuerdo con pobladores consultados por este medio, la emanación de humo y gases por la chimenea del complejo ocurre hace varias semanas y este martes se aglomeraron los gases en el aire.
«Sentimos la picazón en la garganta que llega hasta el estómago y les pedimos a los niños que entren a los salones y no salgan hasta que pase», dijo un trabajador por más que lleva más de 30 años de la institución educativa. Un tipo de malestar que le hace recordar años de contaminación del aire, antes de que el complejo paralice sus actividades en 2009.
-
Recomendados:
- 48 jóvenes de Espinar concluyeron curso que fortalece sus habilidades de liderazgo y emprendimiento
- Ica: Mineros informales bloquean la Panamericana Sur e interrumpen el tránsito vehicular
- Día Mundial de la Pesca: Crisis de la pota y el trato desigual que enfrentan los pescadores artesanales del Perú
‘Estamos cumpliendo los estándares de calidad’
Consultada por Huanca York Times, Angélica López, responsable de comunicaciones de Metalúrgica Business Perú, la empresa formada por los extrabajadores de Doe Run Perú y que el 18 de octubre de 2023 reactivó el complejo, dijo que las emisiones al aire de dióxido de azufre (SO2) están por debajo del límite de los Estándares de Calidad Ambiental (ECA), vigentes en el país.
López dijo «en términos generales» que la empresa solo reactivó una parte del circuito de zinc y que la aglomeración de gases en el aire se explica por el fenómeno de la inversión térmica, que ocurre cuando «la temperatura en las capas superiores de la atmósfera es mayor a la que se registra en la superficie, cuando lo normal es que abajo sea más caliente que arriba», según la Secretaría de Ambiente de Colombia.
Hasta el cierre de esta nota, el sistema de vigilancia ambiental del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), no registra información de la emisión de dióxido de azufre de este martes. Un día antes, el lunes 22, registró un promedio de 59.61 ug/m3 (microgramos por metro cúbico). Y el domingo 21, un valor de 78.29 ug/m3.
En efecto, dichos datos están muy lejos de llegar al umbral de 250 ug/m3, que es el ECA peruano para el dióxido de azufre. Pero este tope fue establecido en 2017, por el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, dejando de lado la norma internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de que el tope debe ser de sólo 20 ug/m3 para no afectar la salud de las personas.
Perú incumplió prohibición de no regresión de estándares ambientales
En su reciente sentencia contra el Estado Peruano por la contaminación en La Oroya, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, señaló que el derecho a un ambiente sano tiene dos dimensiones: una colectiva y otra individual.
«Sobre la dimensión colectiva, precisa que este derecho constituye un interés universal, que se debe tanto a las generaciones presentes y futuras. En su dimensión individual, su vulneración puede tener repercusiones directas o indirectas sobre las personas debido a su conexidad con otros derechos, tales como el derecho a la salud, la integridad personal o la vida, entre otros», explican expertos de la Sociedad de Derecho Ambiental.
Así, la Corte IDH resolvió que el Estado peruano es responsable de la violación al derecho a un ambiente sano, al flexibilizar los Estándares de Calidad del Aire. En 2008, el límite era de 365 μg/m3 de dióxido de azufre como promedio de 24 horas. En agosto de ese año, la normativa estableció un valor diario máximo de 80 μg/m3 aplicable desde enero de 2009. Desde enero del 2014, el valor diario debía ser de 20 μg/m3, en un periodo de 24 horas. Pero en 2017, el Gobierno lo elevó a 250 μg/m3.
La Oroya experimenta horas con más de 500 μg/m3 de dióxido de azufre
El mismo monitoreo del OEFA registró en la última semana de marzo de 2024, cuatro días en que la concentración de dióxido de azufre superó las 500 ug/m3, entre las 8:00 y las 10:00 de la mañana (el 24, 27 y 30 de marzo) y entre las 10:00 y las 11:00 de la noche (uno de abril).
Consultada sobre el tema, la responsable del OEFA Junín, Ymelda Montoro, dijo que su institución no ha recibido aún una denuncia por emisiones de contaminantes al aire en La Oroya.
Cuando ello ocurra, revisarán la información que registra la estación de monitoreo del aire instalado al La Oroya Atigua.
Lea la nota original aquí o visita el medio HYTIMES.PE