En Puno se prepara una iniciativa clave para transformar la economía regional: la instalación de una planta de beneficio aurífero que permita procesar el oro dentro del territorio y frenar su salida hacia otras zonas del país o incluso al extranjero. El objetivo es claro: que el valor del mineral y los ingresos del canon minero permanezcan en la región altiplánica.
David Silva Linares, director de Asuntos Corporativos de Paltarumi S. A. C., informó que la empresa evalúa instalar una planta procesadora en Puno con el fin de evitar que el mineral aurífero se traslade sin refinar a Arequipa o, peor aún, que cruce la frontera hacia Bolivia.
“No compramos oro metálico, nosotros compramos mineral aurífero en bruto”, explicó. Actualmente, el material extraído se envía hasta Paramonga (Barranca), donde se convierte en doré —una aleación de oro y plata— que luego se exporta para su refinación final en el extranjero.
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Silva advirtió que esta dinámica resta a Puno una importante fuente de ingresos. “Gran parte del oro puneño termina fuera de la región, lo que impide que el canon refleje el verdadero potencial minero local”, sostuvo. Hoy, Puno recibe alrededor de 9 millones de soles por canon minero; sin embargo, si el procesamiento se realizara en la propia región, esa cifra podría superar los 100 millones de soles, según cálculos de la empresa.
El representante de Paltarumi subrayó que su modelo de trabajo prioriza el respeto ambiental y la convivencia con las actividades tradicionales del altiplano. “Sí es posible hacer minería responsable y que pueda coexistir con la agricultura y la ganadería”, afirmó, al destacar que la empresa busca replicar en Puno su experiencia de minería sostenible aplicada en el norte del país.
De concretarse el proyecto, Puno no solo incrementaría sus ingresos fiscales, sino que también abriría la puerta a la formalización de pequeños productores auríferos, generación de empleo y desarrollo de infraestructura industrial. En pocas palabras, se trata de un paso decisivo para que el oro de Puno deje de ser una riqueza que se va y empiece a brillar dentro de su propio suelo.
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