El Programa Nacional Aurora, dedicado a la prevención y atención de la violencia familiar y de género, ha registrado un total de 4,500 casos de violencia familiar en la región Puno durante el año 2024. Según Yuri Mamani Hancco, coordinador territorial del programa, esta cifra podría alcanzar los 4,800 casos cuando se consoliden las estadísticas finales en los próximos días.
Violencia física y psicológica, las más frecuentes
De acuerdo con las estadísticas preliminares, el 46% de las denuncias correspondieron a violencia física, seguida de un 40% de casos de violencia psicológica. La violencia sexual representó el 13% del total, mientras que la violencia económica y patrimonial alcanzó un 1%.
Octubre: Un mes crítico
El mes de octubre se destacó como un periodo alarmante, al registrarse cuatro casos que presentaron características de feminicidio. Sin embargo, a pesar de estos hechos, el balance anual revela un panorama más alentador: se logró una reducción del 15% en los casos de violencia contra la mujer y los integrantes del grupo familiar, en comparación con el año anterior.
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Tendencias y desafíos
El coordinador territorial del Programa Aurora subrayó que las cifras definitivas aún están en proceso de consolidación, lo que podría generar ligeras variaciones en los datos presentados. A pesar de ello, la disminución de casos, incluyendo tentativas de feminicidio, refleja un avance significativo en la lucha contra la violencia familiar en Puno.
Persistencia del problema social
Aunque los datos indican una tendencia a la baja, la violencia familiar sigue siendo un problema profundamente arraigado en la región. Este fenómeno no solo afecta a las víctimas directas, sino que también repercute en el tejido social y cultural de las comunidades.
Compromiso del Programa Aurora
El Programa Nacional Aurora reafirma su compromiso de trabajar en la prevención, sensibilización y atención integral a las víctimas, buscando generar un impacto positivo en las dinámicas familiares y comunitarias. No obstante, el desafío radica en mantener y acelerar los avances logrados hasta ahora.
Con estas cifras, el llamado a la acción es claro: se necesita un esfuerzo colectivo y sostenido de las instituciones públicas, privadas y la sociedad civil para erradicar la violencia familiar en la región Puno y en todo el país.
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