Alejandro Toledo, expresidente de Perú, se entregó a la justicia en Estados Unidos para ser extraditado a su país después de seis años. Toledo enfrenta una investigación por corrupción, ya que presuntamente negoció más de 30 millones de dólares en sobornos con constructoras brasileñas durante su mandato entre el 2001 y el 2006. La fiscalía pide 20 años de cárcel por recibir sobornos de Odebrecht por un monto de US$ 35 millones para construir la Carretera Interoceánica.
Toledo se entregó a las 9 a.m. en Estados Unidos, después de que el juez Thomas S. Hixson, de la Corte del Distrito Norte de California de Estados Unidos, ordenara su arresto. A su vez, la Cancillería Peruana informó que Toledo ya se habría entregado a la justicia estadounidense, aunque no se pudo captar su ingreso a la corte debido a la ausencia de medios de comunicación.
Toledo fue detenido y llevado al Centro Penitenciario de San Mateo, Estados Unidos, donde esperará unos tres o cuatro días para su extradición al Perú y ser internado en el penal de Barbadillo según lo dispuesto por el juez Richard Concepción Carhuancho.
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Toledo refiere mal estado de salud
La defensa de Toledo presentó varios recursos para evitar su proceso de extradición, pero finalmente deberá presentarse en el Palacio de Justicia de San José, California. Toledo afirma que su salud es muy mala y que toma 14 pastillas diarias, tiene hipertensión y sufre por los remanentes del cáncer.
Mientras tanto, la prensa espera la llegada de Toledo en la Corte de San José. Ahí se entregará a las autoridades judiciales estadounidenses. La fiscalía pide 20 años de cárcel para Toledo por los presuntos delitos de lavado de activos y colusión. Se le acusa de recibir un soborno aproximado de US$ 35 millones a cambio de licitaciones a favor de Odebrecht para construir la Carretera Interoceánica. En 2017, el Poder Judicial peruano le dictó 18 meses de prisión preventiva y después de seis años, Toledo enfrentará finalmente a la justicia peruana.
