Los visitantes del zoológico clase C de Oropesa ya pueden conocer a Inti y Killa, los capibaras que han hecho historia en Cusco.
El ingeniero Teófilo Huayapo Zelaya, conocido como el Tío Teito, los cría con cuidado desde que tenían solo mes y medio de nacidos. Los separaron de su madre, como se hace con los cuyes. Hoy tienen siete meses y se han adaptado por completo al clima y altitud cusqueños.

Teito saluda con entusiasmo. Muestra orgulloso cómo caminan Inti y Killa mientras comen cebada fresca. “Aquí están desayunando con nosotros”, dice, sonriendo. Les ofrece germinado de cebada, concentrado con minerales y una rutina diaria pensada para su bienestar.
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Los capibaras en Cusco no están aquí por casualidad. El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre autorizó su cría e interacción pública. Por ahora, solo Inti y Killa tienen ese permiso en el país.
Capibaras en Cusco: interacción con enfoque educativo
Teito tiene un proyecto claro: innovar en conservación ambiental. Ha construido el espacio con atención a cada detalle del comportamiento de sus animales. Para los capibaras, por ejemplo, diseñó una piscina.

Explica que estos animales no defecan en el suelo, sino en el agua. “Siempre dan la espalda al agua para hacerlo. También buscan un tronco o roca”, detalla. Por eso adaptó el espacio para respetar sus hábitos.
Durante siete meses, Inti y Killa no han tenido ningún problema de salud. El clima cusqueño no los afectó. “No han tenido ninguna complicación. Solo hay que darles las condiciones adecuadas”, afirma. Requieren un ambiente aclimatado, una piscina y alimento balanceado.
Teito compara su adaptación con la de otros animales. “La vaca tuvo más dificultad. También el chancho y la oveja. El chihuahua, ahora en todas partes, también tardó. Pero los capibaras, nada”.

Su zoológico no alberga solo capibaras. También cuida una vicuña macho llamada Amaru, que se encuentra en rehabilitación. “Probablemente nació entre enero y marzo. En 2027, a los dos años, podrá volver a su hábitat”, indica. Recuerda que la fauna silvestre pertenece al Estado. Su tarea solo consiste en custodiarla con responsabilidad.
El zoológico de Teito también cuida otras especies. Allí viven avestruces, cuyes y patos. Todos bajo manejo técnico. Los animales salen al campo abierto durante el día y regresan cuando baja la temperatura.

Teito insiste en su objetivo: bienestar animal, conservación y educación. En su espacio, ciencia y cariño van de la mano. Inti y Killa, los primeros capibaras en Cusco con autorización para interactuar con humanos, ya forman parte del nuevo rostro de la fauna silvestre del país.
