El congresista cusqueño Luis Ángel Aragón Carreño impulsa un proyecto de ley que busca declarar en emergencia la administración del Santuario Histórico de Machupicchu. Su iniciativa intenta enfrentar denuncias de corrupción, desorganización y pérdidas millonarias, pero no presenta medidas específicas ni soluciones técnicas frente al problema.
El documento solo enumera generalidades. Propone reorganizar la gestión, sin mostrar cómo hacerlo. Tampoco explica cómo financiar los cambios ni cómo combatir las mafias que afectan el sitio.
Aragón menciona que el turismo desbordado y la venta irregular de entradas provocan descontrol. Sin embargo, solo propone evaluar la situación y presentar una propuesta de reorganización en 60 días. Este encargo recaería en el Ministerio de Cultura y en otras entidades vinculadas al santuario.
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Proyecto sin medidas reales frente a la crisis en Machupicchu
El proyecto cita problemas frecuentes: colas interminables, reventa de boletos, caos logístico y falta de fiscalización. El congresista recoge también una declaración del presidente de la Cámara de Comercio del Cusco, Fernando Santoyo. Según él, solo el 55 % de los boletos se vende formalmente. El resto se distribuye en un mercado paralelo, lo que ocasiona pérdidas de hasta 25 millones de soles al año. La denuncia carece de evidencia documentada.
El texto legislativo reduce su propuesta a cuatro ideas generales. Primero, reformar la Unidad de Gestión del Santuario (UGM). Segundo, mejorar accesos y servicios turísticos. Tercero, revisar el sistema de venta de boletos físicos y virtuales. Cuarto, presentar otras propuestas “pertinentes”. Ningún punto incluye detalles técnicos, plazos específicos ni presupuestos.
Tampoco aborda problemas estructurales como los altos precios, el deterioro de estructuras incas o el modelo económico basado en el sobreconsumo del destino. La saturación diaria en la ciudadela sigue creciendo. Cada año, más de un millón y medio de turistas recorren sus senderos.
Diversos sectores alertan que la situación podría empeorar. La revista internacional Travel and Tour World criticó duramente la experiencia turística. Según el medio, Machupicchu ya no vale la pena debido a la desorganización y al sobrecosto de la visita.
La falta de planificación amenaza el equilibrio del patrimonio. Especialistas advierten que el sitio podría ingresar a la lista de Patrimonios Mundiales en Peligro si no se toman medidas urgentes y concretas.
A pesar de esas advertencias, la propuesta de Aragón evita el tema central: la intención de varios actores políticos y económicos de ampliar la carga turística más allá del límite fijado por el Plan Maestro de Machupicchu. Esa presión constante pone en riesgo la conservación de la ciudadela.
La emergencia planteada por el congresista carece de acciones claras. No existe una ruta definida que atienda el origen del problema. El documento no plantea responsabilidades ni cambios sustanciales en el modelo de gestión.
La crisis en Machupicchu no se resolverá con una ley sin contenido técnico. El santuario necesita una intervención que garantice transparencia, sostenibilidad y respeto por su valor histórico.