En menos de cinco días, cuatro incendios forestales encendieron las alarmas en diversas provincias del Cusco. Las emergencias afectaron decenas de hectáreas de cobertura natural. Las autoridades atribuyen la mayoría de estos siniestros a causas humanas.
El jueves 3 de julio, un incendio dañó 950 metros de vegetación en la comunidad de APV Los Próceres de Alto Qosqo. El siniestro ocurrió en el distrito de San Sebastián, provincia del Cusco. Vecinos y personal de seguridad ciudadana sofocaron el fuego con rapidez.
El viernes 5 de julio, otra emergencia movilizó a Defensa Civil y a la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco. El fuego se extendió por los sectores de Yuncaypata y Tambomachay, ubicados en la vía que conecta Cusco con Calca. Los reportes indican que algunos visitantes iniciaron el fuego, que consumió 2 hectáreas de cobertura vegetal.
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Hoy, domingo 6 de julio, dos incendios forestales sumaron nuevas pérdidas al entorno natural. En Acomayo, el fuego afectó el sector Pompeya de la comunidad de Simphi. En esta zona, la población y el gobierno local trabajaron juntos y extinguieron el fuego a tiempo.
La emergencia más grave ocurrió en Ollantaytambo, provincia de Urubamba. El incendio comenzó en el sector Bondolista y consumió 20 hectáreas de cobertura vegetal. La Compañía de Bomberos 118 de Urubamba lideró los trabajos, pero aún persisten focos activos en áreas de difícil acceso.
Comunidades refuerzan respuesta frente a incendios forestales en Cusco
Las brigadas comunales desempeñaron un papel crucial en cada uno de los eventos. Su intervención temprana evitó daños mayores en los ecosistemas locales.
En todos los casos, las autoridades confirmaron que los incendios forestales en Cusco dañaron seriamente la cobertura natural, aunque no se reportaron pérdidas humanas. La combinación de vegetación seca, acciones irresponsables y condiciones climáticas elevó el nivel de riesgo.
El Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) Cusco pidió a la población evitar fogatas, colillas de cigarro y quemas durante la temporada seca. También recordó la importancia de practicar con responsabilidad las tradiciones agrícolas y rituales andinos, como el pago a la tierra.
Los incendios forestales en Cusco no solo amenazan los recursos naturales, sino también la estabilidad ecológica de las comunidades altoandinas. La respuesta organizada entre ciudadanía y autoridades definirá la capacidad de recuperación del entorno.