La calidad de los productos lácteos elaborados en Espinar ha alcanzado un nuevo hito a través de su Planta de Lácteos (PLACME) que renovó su certificación internacional bajo el sistema HACCP, el estándar más reconocido en inocuidad alimentaria a nivel mundial, proyectando su vigencia hasta el año 2027.
La planta PLACME se posiciona como líder en inocuidad alimentaria en Cusco, gracias al trabajo conjunto de comunidades ganaderas y apoyo del Convenio Marco de Espinar.
Este logro sitúa a PLACME como la única planta en Cusco con esta distinción, otorgada por la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA), y refuerza su reputación como referente en la producción de alimentos seguros y de alta calidad. El proceso de recertificación fue posible gracias a la colaboración entre la Compañía Minera Antapaccay, que financió el proceso mediante el Convenio Marco de Espinar, y seis comunidades campesinas locales, que aportan diariamente más de 2,400 litros de leche fresca.
“Este es un reconocimiento al esfuerzo compartido con las comunidades. La calidad comienza desde el campo, con ganado libre de enfermedades como la tuberculosis y la brucelosis bovina, según certificación del SENASA”, destacó Raúl Mamani, gerente de la planta.
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Espinar logra certificación internacional en lácteos
Los productos elaborados —entre ellos quesos frescos y madurados, yogurt, mantequilla, manjar y leche pasteurizada— se comercializan bajo la marca D’Altura. Todos estos derivados pasan por un riguroso proceso que fue auditado durante cinco días por DIGESA en marzo. La inspección abarcó desde la recolección y transporte de la leche hasta el envasado y etiquetado final, cumpliendo con los más altos estándares técnicos y sanitarios.
Además de garantizar calidad para el consumidor, esta certificación abre nuevas oportunidades de mercado para PLACME, fortaleciendo una cadena productiva que tiene como base la dedicación y el compromiso de las familias ganaderas de Espinar.
Con la certificación HACCP revalidada, PLACME se proyecta a seguir creciendo hasta 2027, apostando por la mejora continua, la sostenibilidad y el desarrollo económico de las comunidades altoandinas. Una muestra de que, con alianzas sólidas y visión a largo plazo, Espinar puede competir con productos de clase mundial.