Machu Picchu, la Maravilla del Mundo, enfrenta un momento crítico que pone en riesgo la economía de toda la región Cusco. Lo que debería ser una experiencia memorable se ve hoy tensionado por colas extensas y una plataforma digital con deficiencias. Estos retos evidencian la necesidad de una gestión más eficiente para las comunidades locales.
El impacto no se limita al patrimonio; golpea directamente la economía de miles de familias cusqueñas. Un informe de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES) revela que el 60% de la economía regional depende del santuario. Además, el corredor que conecta Cusco con Machu Picchu mueve cerca de 3 millones de soles diarios, dinamizando negocios.
Cada boleto que no se vende o tour que se cancela es un ingreso menos para un emprendedor. El economista Erick Chuquitapa de REDES explicó que la ausencia de un liderazgo unificado ha generado un vacío. Esta falta de gobernanza está amenazando el valor patrimonial de la ciudadela. También compromete el desarrollo económico de la región. El futuro de Machu Picchu depende de estrategia.
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Las cuatro claves para el futuro de Machu Picchu y la economía de Cusco
Para enfrentar este momento crítico, REDES propone cuatro acciones inmediatas. En primer lugar, una gobernanza y gestión participativa con un liderazgo claro. Se debe crear una Mesa de Diálogo Permanente. En segundo lugar, se necesita un sistema de visitas transparente y moderno con plataformas de tickets que controlen el aforo y eviten el caos. Los circuitos tienen un límite de aforo, pero en la práctica se desborda. Solo en las últimas dos semanas de abril, en la ruta 1-B, ingresaron más de 2,500 personas por encima de lo permitido.
La tercera clave es crear nuevos accesos para aliviar la presión sobre el santuario. La UNESCO plantea una estrategia integral que conecte la ciudadela con Choquequirao. La cuarta clave es la educación y la conciencia para un turismo sostenible. Se requieren programas permanentes que fortalezcan el respeto por el patrimonio y el entorno natural.
El futuro de Machu Picchu necesita programas claves para garantizar el cumplimiento de las normas.