Hermógenes Zamata Mamani, presidente del comité de gestión de la carretera Santa Rosa – Nuñoa – Macusani, denunció haber sido atacado en plena vía por un grupo de ronderos de Nuñoa, que lo obligaron a arrodillarse sobre piedras afiladas y levantar bloques de hasta 12 kg mientras lo golpeaban con huaracas. El dirigente permanece internado en el Hospital Carlos Monge Medrano con una fuerte infección producto de las heridas.
“Me hicieron arrodillarme en dos piedras ásperas y, cada vez que intentaba soltar la carga, me azotaban con huaracas. También me dieron patadas y puñetes; eso no se ve en el video”, relató Zamata.
Además de las agresiones físicas, el dirigente advirtió que sus padres y hermanos han recibido amenazas constantes por apoyarlo en la gestión vial. “No solo pedimos garantías personales, sino también protección para mi familia”, subrayó.
En 2010, a solicitud del Gobierno Regional de Puno, Zamata gestionó ante la minera Minsur una contrapartida de S/ 17 600 000 para la construcción de la vía, cuyo monto total ascendía a S/ 50 000 000. Según el dirigente, la oposición de sectores de la comunidad rural se debe a que “no quieren que la inversión privada intervenga en Nuñoa”.
“Ese es el ‘delito’ que he cometido: gestionar fondos para el desarrollo vial. Ahora temen que el proyecto Nuñoa‑Macusani continúe.”
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Las tensiones se agravaron tras los talleres informativos que la empresa rusa Energy Corp América realizó el 4 y 21 de febrero en Sincata y Pasanacollo, presentando tecnología de tratamiento de agua salada y programas de capacitación para jóvenes en Rusia. Zamata afirma que “las rondas se vengaron conmigo porque rechazan todo avance externo”.
Respaldo institucional y vías legales
La Fiscalía de Derechos Humanos ya tomó declaraciones de Zamata en el hospital, y el caso también fue denunciado ante el Ministerio Público de Ayaviri. El dirigente aguarda una segunda evaluación médico‑legal ante el riesgo de complicaciones.
Autoridades regionales y organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por la escalada de violencia en torno al proyecto vial. El Colegio de Ingenieros de Puno y la Defensoría del Pueblo han instado al Gobierno Regional a garantizar el libre tránsito de las máquinas y la seguridad de los gestores.
La prolongada paralización de la carretera Santa Rosa – Nuñoa – Macusani afecta directamente a cientos de familias que dependen de esta vía para acceso a mercados, salud y educación. Expertos en desarrollo regional advierten que la inseguridad y las agresiones obstaculizan la inversión y retrasan el crecimiento económico de la zona.
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