El país enfrenta una situación crítica con más de 173 incendios forestales registrados en lo que va del 2024, que afecta a 20 regiones. Las más afectadas son Cusco con 31 incendios, Huancavelica con 21 y Huánuco con 17, según el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN). Otras regiones como Cajamarca (14 incendios) y Ucayali (11 incendios) también sufren un impacto significativo.
Hasta el momento, los incendios causan la pérdida de más de 3300 hectáreas de áreas naturales y tierras de cultivo, que afectan la biodiversidad, así como a las comunidades que dependen de estas tierras. A la fecha, se reportan seis muertos y más de 1876 damnificados. La magnitud de los incendios supera la capacidad de respuesta local, lo que genera preocupación a nivel nacional.
Impacto ambiental y social
Zonas críticas de la Amazonía, como algunas áreas protegidas, son devastadas. En redes sociales, Pancho Cavero, veterinario y defensor del medio ambiente, expresó: «La Amazonía está en llamas, y no podemos seguir siendo testigos pasivos… Lo vivimos hace poco con la última pandemia, y no podemos permitir que vuelva a ocurrir por nuestra negligencia».
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Por su parte, Willy Reaño, periodista y educador ambiental, también hizo un llamado: «Es urgente, perentorio, que el Gobierno declare de una vez la emergencia nacional y que el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, con la presidenta de la República a la cabeza, asuma el control de la situación».
Acciones inmediatas
Los bomberos voluntarios, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) y las comunidades locales están luchando para detener el avance del fuego, pero no cuentan con los recursos suficientes. Se requiere una intervención inmediata por parte del Gobierno central y una mayor cooperación internacional para evitar que la situación empeore.
Willy Reaño agregó: «La experiencia del cuerpo bomberil del Sernanp nos demuestra que la población organizada, con las herramientas adecuadas y una dirección clara, tiene la capacidad de detener el fuego y hacerlo pronto, evitando la pérdida de vidas y el impacto negativo en nuestros ecosistemas».
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