Quince comunidades nativas del Bajo Urubamba comenzaron un proceso para actualizar los planos de sus territorios. El objetivo es garantizar su seguridad jurídica territorial indígena. Así lo explicó el ingeniero Abilio Oyola Valencia, quien lidera el equipo de georreferenciación de comunidades de ceja de selva en la región Cusco.
Estas comunidades ya cuentan con títulos de propiedad inscritos en los Registros Públicos. Sin embargo, sus planos todavía no incluyen coordenadas UTM ni linderos precisos. Esa carencia técnica afecta directamente la protección de sus tierras frente a conflictos territoriales o actividades externas no autorizadas.
Oyola indicó que los títulos actuales tienen más de 20 años de antigüedad. Muchos de ellos carecen de detalles básicos como la escala, límites claros o referencias cartográficas válidas. Por eso, el equipo técnico trabaja en una solución: la georreferenciación territorial completa.
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Este procedimiento no solo corrige errores. También permite a las comunidades consolidar el control legal sobre sus tierras. La georreferenciación incluye coordenadas exactas, validación técnica y actualizaciones que cumplen con los requisitos de las normas vigentes.
Georreferenciación fortalece la seguridad jurídica sobre territorios de las comunidades nativas del Bajo Urubamba
La falta de precisión en los planos representa una amenaza para las comunidades. Sin georreferenciación, los títulos no pueden proteger eficazmente las tierras ante invasiones o actividades extractivas.
El Gobierno Regional del Cusco, a través de la Gerencia Regional de Agricultura, asumió la responsabilidad de apoyar este proceso. La oficina brinda asistencia directa a las comunidades que deseen iniciar la georreferenciación. Además, coordina el trabajo de campo con equipos técnicos que se trasladan hasta los territorios.
Oyola recomendó a las comunidades que aún no hayan iniciado este proceso que se acerquen cuanto antes a la Gerencia. Según él, cada día sin planos actualizados deja vulnerables los derechos colectivos sobre el territorio.
El proceso de georreferenciación no modifica los títulos ya inscritos. Más bien, los fortalece con información técnica adicional. Esa información resulta clave para acceder a programas de desarrollo, inversión pública o conservación ambiental.
El trabajo incluye la verificación de linderos, visitas técnicas, mediciones de campo y el uso de tecnología GPS. Cada comunidad recibe finalmente un plano actualizado que complementa su título de propiedad. Este nuevo plano cuenta con todas las coordenadas UTM y los estándares exigidos por los sistemas catastrales modernos.
El proyecto se enmarca dentro de un esfuerzo mayor para fortalecer los derechos de los pueblos indígenas amazónicos. La seguridad jurídica territorial indígena forma parte de una agenda que responde a demandas históricas de reconocimiento y protección legal. Sin planos claros, la defensa de esos derechos se vuelve casi imposible.
Este avance técnico representa un paso firme hacia la autonomía y sostenibilidad de las comunidades del Bajo Urubamba.