La empresa Cálidda, conocida por su distribución de gas natural en Lima y Callao, ha lanzado una propuesta para expandir el suministro de gas natural a siete regiones del centro-sur de Perú: Junín, Apurímac, Ayacucho, Ucayali, Cusco, Puno y Huancavelica.
Martin Mejía del Carpio, director general de Cálidda, anunció que este ambicioso proyecto se realizará a través de una asociación público-privada (APP). La estrategia incluye el uso de camiones cisterna (gasoducto virtual) y la instalación de una Planta Satélite de Regasificación (PSR), que ya tienen terreno en el distrito San Jerónimo de Cusco, generando demanda y preparando el terreno para el futuro Gasoducto Sur.
Planta de gas natural para el Cusco se construirá en San Jerónimo
La concesión de Cálidda, que provee gas a Lima, está programada para finalizar en 2033. Sin embargo, existe la posibilidad de extender el contrato hasta 2060, lo que requeriría propuestas de inversión significativas.
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La iniciativa de esta empresa busca conectar 7 regiones con Lima, ofreciendo el gas a tarifas equivalentes a las de la capital. El plan comienza con la implementación de una estación de regasificación en Cusco, seguida por la expansión de la red de distribución.
«La experiencia de Cálidda en Lima y Callao, junto con la de sus accionistas en Colombia, garantiza la viabilidad técnica del proyecto», señala Mejía. Además menciona que los 17 mil kilómetros de tuberías ya instalados en Lima garantizan que la expansión de su trabajo está casi completa.
«Solo faltan 3.500 kilómetros que ahora se dirigen hacia el norte chico de Lima. Además, se están realizando esfuerzos para habilitar zonas de cerros, con un proyecto piloto ya en marcha», explicó.
Gas Natural para Cusco: Un caso de éxito potencial para Cálidda
¿Por qué expandir hacia Cusco? Según Martin Mejía del Carpio, director general de Cálidda, la demanda estimada en Cusco es de cinco a seis millones de pies cúbicos de gas por día. Con energía asequible, se anticipa que la industria crecerá, generando economías de escala y mayor demanda.
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La propuesta para traer gas domiciliario a Cusco, incluye una estrategia de subsidio cruzado, donde la alta demanda de Lima apoyaría la expansión en Cusco y otras regiones. Esto permitiría mantener tarifas competitivas y romper la inercia de la falta de redes residenciales. El proyecto propuesto podría beneficiar a 200.000 viviendas en siete regiones, superando el alcance anterior de 115 mil viviendas.
Beneficios y diferencias
El gas natural, a diferencia del GLP, promete ser una alternativa económica para los hogares y negocios. Un hogar en Lima paga aproximadamente 20 soles por gas natural, en contraste con los 50 soles de un balón de GLP. Esta diferencia representa un ahorro significativo a lo largo del año. Además, según Martín Mejía, la propuesta de Cálidda podría generar un ahorro anual de 8.800 soles para los taxistas, al reducir el costo del combustible.
Gas Natural en Cusco: Impacto Económico y Social según Cálidda
La llegada del gas natural al Cusco y otras regiones no solo es una cuestión de ahorro. También es un motor de cambio económico, capaz de impulsar la industria local gracias a la energía asequible. Se espera que la implementación de la red de gas cree más de 5.000 empleos directos. Además, el proyecto inicial de Cálidda contempla una inversión de 1.200 millones de soles durante los primeros ocho años, beneficiando a 800.000 peruanos.
Desafíos y Soluciones
El proyecto enfrenta desafíos únicos, como la preservación del patrimonio arqueológico de Cusco. Ante esta problematica, Cálidda dice que trabajará en colaboración con el Ministerio de Cultura para asegurar que la infraestructura de gas no afecte los sitios históricos. Además, es esencial que las nuevas construcciones incorporen tuberías de gas y que los municipios adapten sus normativas para facilitar la expansión de la red. En ese sentido, también trabajarán en coordinación con las autoridades locales.
Gasoductos
Según cuenta el representante de Cálidda, el año pasado, la falta de energía debido a condiciones climáticas adversas costó al país 2.000 millones de dólares en el uso de reservas frías. Con esa suma, se podrían haber construido gasoductos cruciales. La expiración de contratos de concesión presenta una oportunidad para que otros concesionarios propongan proyectos de inversión, lo que podría acelerar la construcción de gaseoductos.
«Con esos 2,000 millones de dólares, hubiera podido construir el gasoducto de Quillabamba más el gasoducto que cruza desde Ayacucho, Huancavelica y Junín. O el gasoducto por la costa y la mitad del gasoducto del SIT gas. Hay concesionarios que también se les va a vencer su contrato y seguramente esa condición de presentar proyectos de inversión para extenderlos también la tienen y eso podría hacer viable que se tengan otros gasoductos más», explica.
La masificación del gas natural en Cusco y otras regiones es más que un proyecto energético de la empresa Cálidda; es una visión de futuro que promete transformar la economía y la calidad de vida en el Perú. Lo importante es empezar.
«La oferta y la demanda se va a ir alineando, primero vamos por lo virtual y empezamos a generar demanda. Se empiezan a construir los gasoductos y al final tenemos una red a nivel nacional que pueda cubrir todas las necesidades de nuestra población y descentralizar nuestro país también”, concluye Martín Mejía del Carpio.