OXAPAMPA. A nivel mundial, el 75 % de los cultivos dependen de los polinizadores para su reproducción. Sin embargo, la deforestación, el uso de pesticidas y el cambio climático han reducido drásticamente sus poblaciones, poniendo en riesgo la producción agrícola y el equilibrio ecológico.
Para enfrentar esta crisis, el Proyecto Poli-LAC, impulsado por la cooperación alemana, trabaja en la protección de estos insectos esenciales en América Latina y el Caribe.
En el Perú, esta iniciativa es liderada por el Ministerio del Ambiente (MINAM) y ejecutada en la Reserva de Biosfera Oxapampa-Asháninka-Yánesha (BIOAY) por Profonanpe, en coordinación con el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP).
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En este contexto, el Consorcio Kowen Antami, Ejecutor del Contrato de Administración del Parque Nacional Yanachaga Chemillén y del Bosque de Protección San Matías San Carlos, ha sumado esfuerzos para fortalecer la conservación de polinizadores a través de mecanismos financieros sostenibles y la participación de comunidades indígenas.
Financiamiento para la conservación y restauración de ecosistemas
Durante la reunión con el equipo de Poli-LAC, el gerente del Consorcio Kowen Antami, el biólogo Sandro Chávez, presentó sus estrategias de intervención en la BIOAY, destacando el uso de mecanismos financieros innovadores como los bonos de biodiversidad, REDD+, RIA y ARR.
Estos modelos permiten generar ingresos sostenibles para la conservación, asegurando recursos a largo plazo para la gestión ambiental en la región.
Además, se resaltó la importancia de la restauración de ecosistemas clave para los polinizadores y la incorporación de comunidades indígenas en el proceso de conservación.
La articulación con pueblos ashaninkas y yaneshas es fundamental para que la gestión de los ecosistemas se realice de manera sostenible y con un enfoque territorial que respete los conocimientos ancestrales.
Acciones prioritarias en Oxapampa
Por su parte, el Proyecto Poli-LAC, liderado por Ignacio Piqueras, contempla ejes de trabajo como la investigación y el monitoreo de la diversidad de polinizadores y sus hábitats, incluyendo la implementación de un sistema de monitoreo en la región.
Además, el fortalecimiento de capacidades en actores locales, con capacitación en prácticas sostenibles y monitoreo de polinizadores. Asimismo, busca la conservación y restauración de al menos 100 hectáreas de hábitats clave en 10 paisajes estratégicos.
Finalmente, fomentarán la sensibilización y comunicación para resaltar la importancia de los polinizadores en la biodiversidad y la economía local, considerando que el 76% de la población económicamente activa de la provincia de Oxapampa depende de actividades agropecuarias.
Participación de comunidades indígenas y gobernanza territorial
La conservación de polinizadores en la BIOAY involucra activamente a comunidades indígenas y organizaciones como la Asociación de Nacionalidades Asháninkas del Valle del Pichis (ANAP), la Federación de Comunidades Nativas Yanesha (Feconaya), la Asociación para el Manejo y la Conservación de la Reserva Comunal Yanesha (Amarcy) y la Unión de Nacionalidades Asháninka y Yanesha de Pasco y Huánuco (UNAY).
El trabajo conjunto con estas organizaciones busca fortalecer la gobernanza territorial y garantizar que la conservación de polinizadores sea incorporada en las políticas locales de biodiversidad. Además, se espera consolidar estrategias que mejoren la productividad agrícola sostenible y la integración de la BIOAY en iniciativas de financiamiento ambiental.
Oxapampa: Hacia una conservación con impacto sostenible
Con la implementación de este proyecto, se espera incrementar la población de polinizadores en las áreas intervenidas y asegurar la sostenibilidad de los ecosistemas en la BIOAY.
La articulación entre instituciones científicas, financiamiento ambiental y comunidades locales permitirá consolidar un modelo de conservación con impacto real en la biodiversidad y el bienestar de las poblaciones que dependen de ella.
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